Se vale tocar es la consigna para visitar la exposición que se abrirá en el Franz Mayer
herramienta para interpretar el arte
Se trata de apreciar la esencia de las cosas más allá de su apariencia, señalan organizadores
Mostrarán fotografías en formato convencional junto a sus respectivas versiones en relieve
Jueves 9 de julio de 2009, p. 6
Se vale tocar. Es la consigna, el requisito indispensable para apreciar la nueva exposición que mañana se inaugura en el Museo Franz Mayer: El arte a través de los sentidos. Primero hay que cerrar los ojos y abrir el tacto. Y entonces sí: a tocar, a sentir, a imaginar.
El arte a través de los sentidos es definida por sus promotores como “una propuesta museográfica que invita al espectador a conocer objetos de artes decorativas y –por inverosímil que parezca– pinturas y fotografías, mediante el tacto, considerando este sentido como una herramienta útil en la interpretación del arte”.
La concepción y desarrollo de la exposición es de la asociación civil Ojos que sienten, en colaboración con el fotógrafo José Manuel Pacheco. Para ello han contado con la sensibilidad y el apoyo del director del Museo Franz Mayer, Héctor Rivero Borrell.
Quitarse la venda de los ojos
En conferencia de prensa para anunciar la apertura de la exposición, Gina Banedoch, fotógrafa y presidenta de Ojos que sienten, explicó que de algún modo es una invitación a quienes sí ven para quitarse la venda que traemos en los ojos, no dejar que la vista nos gane
, para relacionarse con el mundo de otra manera y apreciar la esencia de las cosas más allá de su apariencia.
También se trata un poco de mostrar qué ciegos estamos los que vemos
, a través de una experiencia impresionante por su gran impacto personal y emocional.
José Manuel Pacheco, fotógrafo con debilidad visual, comentó que seguramente las personas con visión completa se preguntarán: ¿cómo es posible tomar fotos sin ver y que el mismo autor no puede ver de manera convencional?
La respuesta es: mediante los demás sentidos. Primero, dominar una técnica que incluye recurrir a tacto, oído, gusto y olfato: “Yo le daba mucha importancia al resto visual que me quedaba; al llegar a la foto me di cuenta de que había un más allá de la vista.
¿Por qué tomar fotos si no vemos el resultado? Nos sentimos satisfechos con conocer el proceso, cómo a través de olores, texturas e incluso del gusto reconocemos lo que tenemos; nos orientamos y lo llevamos a la foto. Llegamos a un resultado y comunicamos lo que queremos.
Otra etapa de la experiencia es escuchar la descripción que hacen de la foto quienes la pueden ver: suele ocurrir que la imagen descrita se corresponde con la que el fotógrafo con debilidad visual concibió mentalmente.
Tocar sin restricciones
Rivero Borrell expresó por su parte su absoluta disposición para hacer del Museo Franz Mayer un espacio accesible y disfrutable para todo tipo de visitantes. Esta exposición es un paso hacia la instauración de esa política en el recinto.
El arte a través de los sentidos –patrocinada por Dove, las fundaciones Bancomer, Cinépolis y Manpower, así como OCC Mundial– incluye fotografías en formato convencional junto a una versión en relieve para que pueda ser apreciada por quienes no ven (tomadas por fotógrafos convencionales y ciegos o con algún grado de debilidad visual). También se exhibe obra plástica y réplicas de objetos y partes muebles que se exhiben normalmente en el recinto y que ahora podrán ser tocados sin restricciones por los visitantes a la muestra.
La muestra en el Franz Mayer es una de las actividades centrales de un programa más amplio que incluye una expedición al volcán Iztaccíhuatl, encabezada por Erick Weinhenmayer –primer alpinista ciego en alcanzar la cima del Everest–, acompañado de 35 personas con y sin discapacidad visual; en Cinépolis Paseo Arcos Bosques y Universidad se efectuará el estreno del documental Blindsight, sobre ese ascenso al Everest; habrá además una cena de gala en completa oscuridad
, donde se trata de hacer de un hecho cotidiano, una experiencia extraordinaria
.
Las exposición en el recinto que se ubica en avenida Hidalgo 45, Centro Histórico, concluirá el 4 de octubre.