Lunes 6 de julio de 2009, p. 41
La jornada electoral en Iztapalapa se caracterizó por acusaciones mutuas de compra y coacción del voto, guerra sucia, denuncias electorales y participación de funcionarios en las mesas receptoras de voto entre petistas y simpatizantes de Clara Brugada contra los perredistas de Nueva Izquierda, .
El punto a destacar a lo largo de las diez horas que duraron los comicios fue que no se presentó ninguna situación de violencia, como se preveía en esta zona de la ciudad.
Desde temprana hora, al acudir a emitir su sufragio, Clara Brugada, ex candidata del PRD a la jefatura delegacional de Iztapalapa, aseguró que miembros de NI se dedicaron desde la noche anterior a repartir cerca de cien mil cartas apócrifas en las cuales supuestamente el petista Rafael Acosta no cedería el cargo a Brugada si es que ganaba en estos comicios. Al reverso, se hallaba la supuesta respuesta de Andrés Manuel López Obrador, en la que le decía que no estaba de acuerdo con esa decisión, lo tachaba de traidor
y amagaba con pedir su expulsión del PT.
Según Brugada, esa carta se entregó en domicilios de calles y colonias en los que tiene predominio NI, como la Unidad Habitacional El Salado, Acatitla y Peñón Viejo, entre otras. Incluso dijo que presentaría una denuncia penal por ese hecho.
Por su parte, Juanito calificó de desgraciados
a los de NI que estaban provocando confusión entre los electores, y dijo que todo era una mentira, pues él se mantenía leal a López Obrador y Clara Brugada, por lo que de ganar sí renunciaría a su cargo.
A la par, denunció que 14 funcionarios de la delegación Iztapalapa estaban también como funcionarios de casilla, lo cual contravenía el Código Electoral del DF. Citó, por ejemplo, las secciones 2030, 2387 y 2741.
Al respecto, luego de emitir su voto, Silvia Oliva Fragoso negó que ella o su equipo hubieran redactado y distribuido dicha misiva en varias colonias de la demarcación.
Durante un recorrido por diversas colonias, como Jalpa, El Molino, Sierra de Santa Catarina, Santha Martha, Ejército de Oriente, Ejército Constitucionalista, entre otras, se pudo observar que los vecinos acudieron a votar sin mayores contratiempos, aunque en muchos casos las instalación de casillas tuvo retrasos de hasta media hora.
Al mediodía funcionaban prácticamente ciento por ciento de las 2 mil 334 casillas aquí instaladas y no se reportaba ningún enfrentamiento entre petistas y perredistas.