Viernes 3 de julio de 2009, p. 2
Ciudad del Vaticano, 2 de julio. La Iglesia católica no debería temer al progreso científico, porque podría cometer el mismo error que cuando condenó al astrónomo Galileo en el siglo XVII, dijo el jueves un funcionario de alto rango del Vaticano en un raro ejemplo de autocrítica.
Galileo, quien vivió entre 1564 y 1642, fue condenado por la Inquisición en 1633 por asegurar que la Tierra giraba alrededor del Sol.
El Vaticano no limpió totalmente la reputación del padre de la astronomía hasta casi 360 años después de su muerte.
En una rueda de prensa en la que se presentaba un nuevo volumen de documentos en el caso Galileo, monseñor Sergio Pagano, director de los archivos secretos del Vaticano, dijo que la Iglesia de hoy y los altos cargos del Vaticano pueden aprender de los errores del pasado y eliminar su falta de confianza en la ciencia.
“Cuando leemos las Sagradas Escrituras y lidiamos con cuestiones científicas debemos ser cuidadosos de no cometer el mismo error ahora como entonces.
Pienso en células madres, en eugenesia, en investigación científica. A veces tengo la impresión de que son condenadas con las mismas ideas preconcebidas que usábamos con la teoría copernicana
, agregó.
Prudencia y discreción
Pagano dijo que era necesario para los líderes de la Iglesia de hoy y los altos cargos del Vaticano que estudien y evalúen más y que sean más prudentes
cuando aborden temas científicos.
El prelado dijo que mientras los científicos no dan por sentado que pueden enseñar a la Iglesia sobre fe, la Iglesia no debería temer abordar asuntos científicos con mucha humildad y discreción
.
La Iglesia católica, junto con otros grupos religiosos y defensores antiabortistas se oponen a la investigación con células madres embrionarias porque implica destruir embriones, pero sí apoya la investigación con células madre adultas, que ha realizado avances en años recientes.