La Fundación Cultural Banamex inauguró exposición en el antiguo Palacio de Iturbide
Sábado 27 de junio de 2009, p. 5
¿Cuántas veces ha visto reproducida una Vendedora de alcatraces de Diego Rivera en carteles, manteles, tapetes, tazas? Verla de cerca, a menos de un metro de distancia, es algo completamente diferente, y esa es la oportunidad que ofrece la exposición Colección pictórica del Banco Nacional de México 125 años: 125 obras, que el jueves se abrió al público en el antiguo Palacio de Iturbide.
Son obras que van del siglo XVII al XX, con cuadros de todos los formatos y técnicas que esbozan la riqueza pictórica mexicana. Todas las obras exhibidas forman parte de la colección del Banco Nacional de México, que en total suma unas 4 mil 500 piezas, muchas de las cuales pueden verse en las diferentes oficinas que la institución bancaria tiene en todo el país.
Esa colección se ha ido formando por la adquisición de obra en casas de subastas, la repatriación (como en el caso de Escena popular de mercado, de José Agustín Arrieta, que estaba en Alemania), y más recientemente por el contacto directo con el artista, como ocurrió con Insectario, de Sergio Hernández, explicó Fernando Gómez, de la Fundación Cultural Banamex.
Con 4 mil 500 obras de pintura –aparte se cuentan las esculturas y las piezas de arte popular–, la de Banamex es la colección privada más importante del país, y lo que se exhibe ahora en dos pisos del antiguo Palacio de Iturbide es una muestra que incluye no sólo a maestros mexicanos, sino también a autores extranjeros cuya obra abordó el tema mexicano, como Daniel Thomas Egerton.
El visitante podrá admirar en la planta baja paisajes de Eugenio Landesio, retratos de Pelegrín Clavé, y obras de Edouard Pingret, Jean Baptiste, Louis Gros, Conrad Wise Chapman, Dr. Atl, Jesús Corral, Joaquín Clausell (representado con Retrato de viejo), de Saturnino Herrán; Abraham Ángel, Alfredo Ramos Martínez.
Difusión, no acaparamiento
En esa primera planta está Vendedora de alcatraces, que Rivera pintó en 1942, junto con Desfile del primero de mayo en Moscú, que data de 1956.
Se admiran también en ese espacio Los frutos de la tierra, de Frida Kahlo, así como Mujer con metate y Atardecer en la Tierra, de David Alfaro Siqueiros, y Sacrificio humano, de José Clemente Orozco, una de las obras que también fue repatriada en la década de los 80.
Unos pasos después, La torre de marfil y Entre la filosofía y la ciencia, de Juan O’Gorman, dialogan con Catedral vegetal, de Remedios Varo; Orphed, de Leonora Carrington e Historia del futuro, de Julio Prieto, así como Pátzcuaro, Naturaleza muerta con plátanos, Mujeres y Mujer caminando, de Rufino Tamayo.
En el primer piso se encuentran El llanto de las soledades, de Pedro Coronel; El brindis, de Rodolfo Nieto; Sueños de ciudad, de Rodolfo Morales; Techos verdes, de Gunther Gerzso, y Bicicleta de los arquitectos (Bicicleta oaxaqueña), de Francisco Toledo, y cuadros también de Rafael Coronel, Manuel Felguérez, Alberto Gironella, Magali Lara y Joy Laville.
Esta colección, dijo Gómez Goyzueta, no tiene la función de acaparar piezas, sino garantizar la permanencia del patrimonio artístico del país, su difusión y acercarlo al público
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La muestra continuará hasta finales de agosto en el Centro Cultural Banamex (Palacio de Iturbide) ubicado en Madero 17, en el Centro Histórico. Está abierta de lunes a domingo, de 10 a 19 horas. La entrada es gratuita y se ofrecen visitas guiadas a las 12, 14 y 16 horas.