Kirkuk, 20 de junio. Al menos 64 muertos y más de 200 heridos dejó hoy un atentado con un camión-bomba que estalló frente a una mezquita chiíta en la localidad iraquí de Taza, cerca de la ciudad norteña de Kirkuk. Entre los fallecidos se encuentran mujeres y niños; según las autoridades, la deflagración destruyó 15 viviendas y varios de sus habitantes aún permanecen bajo los escombros.

Sabah Daudi, representante del Ministerio de Salud iraquí en Kirkuk, declaró: el balance del atentado suicida es de 64 decesos y al menos 202 heridos.

De su lado, el médico Chuker Abdala, de la morgue de Kirkuk, confirmó la cifra, pero no precisó el número de mujeres y niños.

Según un representante de la policía de Kirkuk, el camión se encontraba a 400 metros de la mezquita Rasul, en Taza –donde habitan, sobre todo, integrantes de la minoría turcomana–, a 220 kilómetros al norte de Bagdad.

El atentado se produjo a 10 días de la retirada de las tropas estadunidenses de las ciudades iraquíes, en las cuales, a partir de salida de los invasores, el mantenimiento del orden será responsabilidad exclusiva del ejército y la policía iraquíes.

Como parte de un pacto firmado entre Bagdad y Washington el año pasado, los soldados estadunidenses abandonarán los centros urbanos de Irak el 30 de junio. La totalidad de las fuerzas de Estados Unidos que ocuparon el país, el 20 de marzo de 2003, deberán replegarse en 2012.

Apenas el jueves, en un discurso ante representantes turcomanos, el primer ministro iraquí Nuri Maliki advirtió sobre nuevos atentados durante el repliegue estadunidense.

El presidente iraquí, Jalal Talabani, condenó el crimen atroz que mató e hirió a veintenas de inocentes hermanos turcomanos. El ataque buscó descarrilar el diálogo fraternal con los iraquíes turcomanos bajo el paraguas de una sola nación. Condenamos fuertemente este crimen e instamos a las autoridades a arrestar y castigar a los responsables, agregó.

De acuerdo con un alto responsable de la policía de Kirkuk, quien no quiso identificarse, el camión transportaba más de una tonelada de explosivos y tenía como objetivo el barrio antiguo de Taza. El ataque tiene la firma de Al Qaeda, aseguró la fuente.

Se trata del atentado más sangriento desde el 29 de abril, cuando un triple ataque con coches bomba en varios mercados del barrio de Ciudad Sadr, en Bagdad, dejó 51 decesos.

Por otro lado, el ministro del Exterior británico, David Miliband, indicó hoy que las autoridades iraquíes entregaron dos cadáveres a Gran Bretaña. Se teme que dos ingleses secuestrados hace más de dos años en Irak hayan sido los asesinados.

Aún no se ha establecido la identidad de éstos –para lo cual se practicará una necropsia–, pero ahora todos los pensamientos están con las familias de los secuestrados, que en total eran cinco. Los allegados temen lo peor, expresó Miliband.

Los británicos –un especialista en computación de una empresa estadunidense de asesoramiento y cuatro agentes de seguridad– fueron plagiados en mayo de 2007 en el Ministerio de Finanzas en Bagdad, presuntamente por milicias chiítas.