En Colombia, el gobierno derechista de Álvaro Uribe ha convertido a ese país en el más peligroso del mundo para los trabajadores sindicalizados, al grado que en 2008 ocurrieron más de 40 asesinatos de gremialistas, y en lo que va de este año ya suman 19, aseguró Rafael Molano Piracoca, dirigente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), quien en entrevista denunció además que el miércoles pasado recibió amenazas para que abandone su país o renuncie a la dirigencia laboral.

Durante la primera jornada de la Tercera Conferencia Sindical Nacional de México, Molano Piracoca aseguró que, como en México, en su país el movimiento sindical no ha tenido un panorama fácil, porque además de recurrentes agresiones, hasta hace unos años se vivió una fuerte dispersión que casi los anula.

En Colombia estamos construyendo día a día un gran frente sindical, por unidad en rama e industria, para enfrentar al régimen que encabeza Álvaro Uribe, quien, dijo, aplica acciones intimidatorias en contra de las dirigencias sindicales y otros frentes sociales que considera atentatorios a sus intereses releccionistas y de poder.

Presión internacional

Uno de los temas que le han criticado naciones como Canadá y Estados Unidos son la persecución a gremios de trabajadores. la falta de libertad de asociación sindical y el derecho de convención colectiva que su gobierno y la iniciativa privada ha sancionado. Quieren que cada día el movimiento sea menos y que no logre unirse sino dispersarse, agregó el dirigente sindical.

Aseguró que las agresiones que padecen los sindicatos colombianos no tienen comparación, ni siquiera cuando el narcotráfico encabezado Pablo Escobar, quien incluso fue diputado, tenía fuerza. “Hoy existe una guerra directa entre Uribe y la izquierda o los sindicatos, dijo.

Van acabando, secuestrando y masacrando sin otro fin que acabar con los movimientos sindicales y de avanzada de los diferentes sectores sociales, apuntó.

Por otra parte, la Asociación de Defensa de los Trabajadores de Italia alertó que en Europa se han perdido dos millones de empleos debido a la crisis económica mundial, y previó que para el próximo año desaparecerán otros dos millones y medio más de plazas. Asimismo, destacó que en naciones en vías de desarrollo el panorama es alarmante.