Al concluir el seminario regional para los países de América y el Caribe sobre un posible tratado de comercio de armas, integrantes de organizaciones sociales señalaron que es urgente contar con un mecanismo de esta naturaleza que sea fuerte, pues mil personas son asesinadas cada día con armas de fuego.

El acuerdo debe prohibir la transferencia de armamento y municiones en cinco casos: cuando sean usadas para violar la ley internacional humanitaria o los derechos humanos; atenten contra el desarrollo o haya corrupción; inciten conflictos armados o los empeoren; contribuyan al crimen violento, y cuando exista el riesgo de que sean desviadas para uno de estos fines o hacia actos terroristas, consideró la Red Mundial de Acción contra las Armas Ligeras, que reúne a 800 organizaciones civiles de 120 países.

El agrupamiento demandó a los gobiernos latinoamericanos apoyar abiertamente la creación de un tratado de comercio de armas que sea fuerte, pues de no ser así las voces de países poco escrupulosos predominarán en las discusiones en la ONU y las ventas irresponsables de arsenales continuarán sin control.

Ventas no reguladas

En la clausura de la reunión, el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Juan Manuel Gómez Robledo, manifestó que durante el seminario se abordaron aspectos políticos, técnicos y operativos referentes a la transferencia de armamento y se intercambiaron opiniones y experiencias sobre el impacto negativo de las ventas no reguladas en la seguridad humana y en la comisión de violaciones a derechos humanos y al derecho internacional humanitario.

Estas deliberaciones mostraron la importancia de continuar con un diálogo abierto y constructivo a efecto de identificar los puntos de convergencia que puedan constituir la base de los siguientes pasos hacia un acuerdo, resaltó.

Este diálogo podrá llevarse a cabo durante el resto de los seminarios regionales que forman parte del proyecto de la Unión Europea y el Instituto de Naciones Unidas para la Investigación sobre el Desarme, y también deberá seguirse en el marco de la próxima sesión –prevista para julio en Nueva York– del Grupo de Composición Abierta encargado de examinar la viabilidad, el alcance y los parámetros de un tratado sobre la materia.

México desea que al final de este ejercicio se den pasos concretos y se inicien los trabajos para establecer a escala global obligaciones jurídicamente vinculantes que prevengan la transferencia irresponsable de armas, eviten la desviación al mercado ilícito y promueva el sentido de responsabilidad compartida.

Concluyó que la circulación excesiva y no regulada de armas es un peligro para la paz y la seguridad internacional; es un factor que alimenta los conflictos, las actividades del crimen organizado y atenta contra el estado de derecho.