Desesperados por las oscuras preferencias en la asignación de recursos y hasta por la falta de detección en imagen satelital de 100 mil hectáreas sembradas, productores de sorgo de Tamaulipas exigieron a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) la aplicación del respaldo de cobertura emergente y apoyos para almacenaje de granos y oleaginosas aprobados por la Cámara de Diputados.

Dichos fondos se usarían para guardar 250 mil –de 600 mil– toneladas de la gramínea que no fueron comercializadas por el incumplimiento y voracidad de las empresas Merco Grey, Granero, San Juan e Impulsora Mexicana de Productos Agrícolas.

Encabezados por los dirigentes de las confederaciones Nacional Campesina y Nacional de Productores Rurales, Cruz López Aguilar y María Esther Terán, respectivamente, así como por el presidente del Consejo Agropecuario Regional de Tamaulipas, Jorge Luis López, los campesinos tiraron parte de las 40 toneladas de sorgo en el acceso principal de Sagarpa, en protesta por la negativa del titular de la dependencia de destinar 70 millones de pesos para dicha cobertura y remitirlos a la Financiera Rural (Finrural), a la cual la secretaría canalizó 480 millones para dichas coberturas.

Para los productores es imposible acceder a ese crédito, porque no cubren el perfil que exige Finrural, explicaron los dirigentes, quienes responsabilizaron a Sagarpa del desorden en el mercado del sorgo. Fijó un precio piso –ingreso objetivo– de mil 785 pesos por tonelada, cuando la cotización internacional era de 3 mil pesos, y sostiene que la producción en Tamaulipas no rebasará un millón 600 mil toneladas, aunque documentos de la delegación estatal de la dependencia y de autoridades de la entidad indican que superará los 2 millones.

Lo único que solicitamos al gobierno es que ponga una red protectora y que deje de beneficiar a las comercializadoras, pues el programa de cobertura emergente para 200 mil toneladas se abrió oficialmente el 25 de abril, pero cuatro días antes ya estaba cerrado porque aquellas ya se habían inscrito, aseveraron.

Al escuchar la explicación para los reporteros, uno de los agricultores, quien suscribió un contrato con Impulsora Mexicana de Productos Agrícolas para entregar su cosecha a un precio pactado de 2 mil 500 pesos por tonelada, sacó algunos de los recibos de pago en los que la empresa –a la entrega de 50 toneladas– le fijó un pago de 2 mil 150 pesos por cada una, además de los castigos de 9 mil pesos en total porque la gramínea rebasa el 14 por ciento de humedad.

Ninguno de nosotros entregará cosechas con ese porcentaje; la humedad en la producción oscila entre 18 y 22 por ciento, y por eso las empresas regularmente aplicarán esos descuentos. No andamos desnudos porque Dios es muy grande; ellas cobran por todo y reciben las coberturas de los precios que deberían beneficiarnos, asentó el agricultor.