Está en riesgo la situación laboral de los trabajadores del sector aéreo nacional, pues las empresas quieren sobrevivir a costa de la cancelación de los derechos laborales y del abaratamiento de las remuneraciones a los gremios de la aeronáutica.

Así lo advirtió el director del Centro de Estudios de la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación (ASPA), Mauricio Aguilera, y planteó que ha habido un constante ataque a los contratos colectivos del sector, los cuales quieren recortar o desdibujar las empresas.

Expuso que no se ha entendido que para el éxito de las empresas de aviación, los sindicatos del gremio son parte de la solución y no del problema, pero la arrogancia, el desconocimiento y las posiciones unilaterales de los dueños, los llevan a tomar decisiones siempre en contra de los trabajadores, y eso no se permitirá.

Aguilera planteó que es claro que ASPA defenderá sus contratos, aunque reconoció que las empresas de aviación de todo el mundo pasan por problemas para salvarlas requieren esfuerzos conjuntos de gobiernos, aerolíneas y trabajadores, por lo que tampoco cree que la intención de quebrar una o dos empresas en el país sea la solución.

Como tampoco lo es la fusión o concentración de empresas lo que soluciona las cosas del transporte aéreo nacional, dijo.

Remarcó que de ninguna manera son la solución las declaraciones desafortunadas del secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, quien ha planteado desde una visión de empresa y no de regulador, como Poder Ejecutivo, la supervivencia de una o dos empresas y la quiebra de las demás y expuesto ver incluso, que el gobierno en corto decidiría cuáles son las que se mantendrían y cuales se irían a la quiebra.

ASPA considera que esas no son decisiones de Estado, y que únicamente hacen evidente que se desconoce profundamente el tema aeronáutico y que se toman decisiones que rayan en la frivolidad y evidencian que algunos funcionarios se sienten en una posición de poder, se sienten dueños de las concesiones, cuando éstas pertenecen al pueblo y parece un desacierto, concluyó al señalar que el caso de Aviacsa es la prueba más palpable de que los sindicatos de protección patronal o hechos a modo de los empresarios, no sirven para sacar adelante a las empresas.