Miércoles 17 de junio de 2009, p. a15
Londres/París. La Fórmula Uno se quedó al borde del abismo, luego que el lunes los representantes de la Federación Internacional del Automóvil y de los de las escuderías no llegaron a un acuerdo sobre la reducción de los gastos a 60 millones de dólares para 2010, tope al que se niegan a adecuarse ocho equipos. En Stuttgart, el actual campeón, el británico Lewis Hamilton, sostuvo que ni él ni el motor de su monoplaza son culpables de no poder defender el título, luego de siete Grandes Premios.