Zacatecas, Zac., 15 de junio. El Ministerio Público Federal ejerció acción penal por los delitos de evasión de reos y asociación delictuosa contra los 51 custodios y ex funcionarios del penal de Cieneguillas arraigados desde el pasado 18 de mayo por la fuga de 53 reos pertenecientes al cártel del Golfo, liberados por un comando de Los Zetas, y ordenó su traslado a la cárcel de mediana seguridad de El Rincón, en Nayarit.

El anuncio provocó el enojo de los familiares de los detenidos, quienes al tratar de impedir la salida del convoy con los 51 indiciados protagonizaron una gresca de alrededor de 10 minutos con los policías federales que resguardaban, junto con elementos del Ejército Mexicano, las instalaciones del albergue del Instituto de la Juventud, donde hasta este lunes permanecieron los arraigados. Hubo algunos lesionados por golpes, pero no de gravedad.

Alrededor de las 11 de la mañana de este lunes, familiares y abogados de los acusados intentaron infructuosamente bloquear el paso de dos autobuses en los que los 51 custodios y ex funcionarios penitenciarios eran trasladados al aeropuerto internacional de Zacatecas, para de ahí llevarlos a Nayarit.

Agentes federales arremetieron a empujones, puñetazos y patadas contra mujeres, hombres y niños que, apoyados por los abogados de sus parientes, intentaron formar una cadena humana. Sin mayor problema, los uniformados la dispersaron.

Algunas mujeres se subieron a los cofres de las patrullas que iban al frente del convoy y otras se tiraron al piso para impedir que siguiera avanzando. Dos de ellas estuvieron a punto de ser atropelladas por una unidad militar; sin embargo, los policías federales las retiraron a tiempo.

El padre de uno de los custodios intentó obstaculizar el paso a un autobús, pero fue tumbado por un agente federal que junto con otros lo arrastró hasta sacarlo del paso de la caravana policiaco-militar.

Los reporteros gráficos Ricardo Reyes y David Márquez, de El Sol de Zacatecas, fueron pateados por un par de policías federales, cuando intentaron acercarse la puerta por donde saldría el convoy con los 51 detenidos.

Los familiares y abogados de los custodios denunciaron que muchos de ellos son chivos expiatorios, pues a los verdaderos culpables de la fuga nadie los ha tocado. Aseguraron que hubo múltiples violaciones jurídicas durante el arraigo y en el procedimiento penal instaurado, así como acciones dilatorias y amparos denegados, por lo que demandaron incansablemente justicia al presidente Felipe Calderón y a la gobernadora de Zacatecas, Amalia García.