Roma, 12 de junio. La región sureste de México fue identificada como una de las zonas del mundo en que el deterioro de las condiciones ambientales se convirtió en caldo de cultivo de conflictos sociales. Esto, mientras una de cada cuatro especies animales del país está en riesgo de extinción. El común denominador de ambas situaciones es el deterioro del medio ambiente, cuyas consecuencias económicas y sociales, en especial entre las naciones en desarrollo, son mayores a las anticipadas hasta hace poco.

Estamos en el escenario más pesimista de todos los que se habían previsto, expuso Katherine Richardson, especialista en temas ambientales de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, quien forma parte de un grupo de expertos de 10 de las principales universidades del mundo en temas de cambio climático.

La referencia era a propósito de los efectos del cambio climático en la economía mundial y en las condiciones de vida de poblaciones de las naciones menos desarrolladas.

No se pueden resolver los problemas relacionados con la pobreza sin atender las consecuencias del cambio climático y viceversa, expuso la especialista en un foro que reúne en la capital italiana a representantes del Grupo de los Ocho (G-8) países más avanzados –Estados Unidos, Canadá, Francia, Italia, Inglaterra, Alemania, Japón y Rusia– y de naciones emergentes, como México, Brasil, China, India y Sudáfrica, así como a expertos de organismos multilaterales.

Del encuentro, que concluye este sábado, resultará un documento que esos 13 países, que concentran más de la mitad del producto interno bruto mundial, presentarán en la próxima cumbre de presidentes del G-8, dentro de dos semanas, en L’Aquila, centro de Italia.

El deterioro de las condiciones ambientales empeora la situación en algunos países, expuso Jonathan Baillie, director de programas de conservación de la Sociedad Zoológica de Londres. El especialista mostró imágenes, producidas por el Ministerio de Defensa británico, que claramente reconocen la relación entre la presión ambiental y el riesgo de conflicto.

Una de ellas, aseguró, se ubica en el sureste de México, región donde las cosechas agrícolas van en declive y existe una historia reciente de conflictos que tienen su origen en el deterioro o escasez de recursos naturales.

En América Latina son tres las regiones de conflicto reciente por cuestiones ambientales, según la información presentada por Baillie. Además del sureste de México, la zona sur del Istmo centroamericano y la costa peruana. Uno de los grandes retos en el futuro será mantener la gobernabilidad en una situación de modificación de las condiciones ambientales, añadió.

Otra consecuencia del cambio ambiental tiene que ver con la amenaza a la existencia de especies animales. Una cuarta parte de las que viven en el país están amenazadas.

En ese sentido, México está identificado como una de las seis zonas del mundo que vive esa situación, al igual que el sur de Brasil, los países al sur del Sáhara y los de la costa oriental de África, el sureste de Asia y la parte sur de Oceanía.

El cambio climático es injusto, en el sentido de que no afecta de igual manera a los países pobres que a los ricos, expuso Katherine Richardson.

Ian Johnson, presidente de la Comisión Internacional del Cambio de Uso de Tierra y Ecosistemas, aseguró que para mil 400 millones de personas, 23 por ciento de la humanidad, el cambio climático causa una pérdida de riqueza –por la menor disponibilidad de tierras, agua y migraciones forzosas– de la mitad de su producto interno bruto (PIB).

En los países desarrollados esa pérdida es de apenas una fracción de su PIB, y a eso nos referimos cuando hablamos de la inequidad en las consecuencias del cambio climático, agregó el también ex vicepresidente de desarrollo sustentable del Banco Mundial.

Al cambio climático, con efectos que se extienden ya por años, se ha sumado la crisis financiera, la mayor que ha vivido nuestra generación, expuso el mexicano José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

A las consecuencias de la pérdida de riqueza por biodiversidad se va a sumar el desempleo. Gurría estimó que 60 millones de personas en el planeta van a perder su trabajo a consecuencia de la actual crisis financiera.

Llover sobre mojado. El crecimiento económico ya no puede significar destrucción del planeta, dijo el ex secretario mexicano de Hacienda.

Stephen Byers, parlamentario británico y presidente de Globe International, entidad que reúne a legisladores del G-8 más los cinco países en desarrollo, en los que se incluye a México, mencionó que el tramo que falta por recorrer para alcanzar un acuerdo que sustituya el Protocolo de Kyoto, sobre reducción de contaminantes, debe ser recorrido con más voluntad política.

Precisamente, esta cumbre busca generar un acuerdo entre los 13 países, cuyos legisladores participan en el foro, para ser presentado en diciembre próximo en la reunión de Naciones Unidas en Copenhague, Dinamarca, donde se buscará un pacto que sustituya al Protocolo de Kyoto.