Debido a la crisis económica, la cancelación de más de 3 mil vuelos por la alerta sanitaria del virus de influenza humana, y la continua depreciación del peso frente al dólar, en las dos terminales del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) han cerrado 84 locales comerciales tan sólo en los meses de abril y mayo.

En los dos edificios del conjunto aeroportuario existe un total de 811 establecimientos –627 en la T1 y 184 en la T2–, de los cuales 177 están desocupados. Es decir, 22 por ciento de los locales que hay actualmente en el aeropuerto más grande del país están vacíos, con posibilidades reales de que el número crezca aún más.

En un intento por disfrazar esta situación, autoridades aeroportuarias han tapiado con tabla roca el frente de los locales que han sido cerrados recientemente, denunció Miguel Ángel de la Vega Téllez, representante de los locatarios de la Terminal 1.

Desde hace meses los comerciantes han pedido al director del AICM, Héctor Velázquez Corona, una revisión de las elevadas rentas que pagan, en algunos casos hasta de 300 y 400 dólares mensuales por metro cuadrado, sin que hasta la fecha se les haya dado una respuesta. Además, son cientos los empleos que se han perdido en el último año en los locales de la Terminal 1, particularmente desde que entró en operación el nuevo edificio de la T2, pues el flujo de pasajeros fue fraccionado entre las dos terminales, y con ello descendieron los posibles compradores.

Ya no podemos, estamos ahogados; nuestra petición es esa, que revisemos a la baja el monto de las rentas, si no vamos a quebrar. De hecho hay varios de nosotros que teníamos más locales pero desde hace tiempo los hemos venido cerrando porque ya no podemos pagar estas rentas, insistió Miguel Angel de la Vega, locatario de la T1, acompañado de Antonio Barbieri, comerciante desde hace 55 años en la terminal aérea.

Sin embargo, explicaron que la situación de los locatarios en la T2 es todavía más complicada, pues desde el principio, con la licitación de los locales, los comerciantes ofrecieron pagar de renta hasta el doble de lo establecido originalmente, debido a que las autoridades presentaron falsamente a dicha terminal como una gran opción de negocio.