La actividad turística, en la que se excluye al sector aéreo, es responsable de 3 por ciento de la emisión de gases de efecto invernadero, y ese porcentaje crecerá 2.5 por ciento anual hasta 2035, estima el Foro Económico Mundial (FEM).

En el caso particular de la aviación, que contribuye con 2 por ciento de dióxido de carbono (CO2), el organismo mundial pronosticó que las emisiones se reducirán en 2012 a los niveles registrados en 2005, debido al reciente descenso en el tráfico aéreo tras la recesión económica mundial.

Después de la recuperación de la economía global, se calcula que el tráfico aéreo crecerá en promedio 5 por ciento al año en los siguientes 15 a 20 años; sin embargo, el incremento anual de las emisiones de CO2 estarán limitadas a 2.7 por ciento como consecuencia de mayores planes de eficiencia energética.

El informe del FEM, Hacia un sector turístico con bajas emisiones de carbono, es el resultado de la colaboración entre la Organización Mundial del Turismo (OMT) e instituciones clave, y se inscribe en la voluntad largamente demostrada por el sector turístico de responder al cambio climático, dijo la OMT.

Se insta a utilizar las ganancias generadas por el turismo para establecer un Fondo Verde, que ayude a financiar los proyectos de mitigación de emisiones de gases tóxicos, por valor de un billón de dólares, identificados dentro del sector, añadió la OMT.

Tenemos una magnífica oportunidad de tender un puente hacia un futuro de movilidad sostenible. Las oportunidades adicionales para conglomerados o sectores que se han señalado en el informe deben ser abordadas por los líderes públicos y privados, conjuntamente. Los consumidores y los contribuyentes tendrán que recibir incentivos para asumir la carga financiera de transformar el sector en un nuevo ámbito de la movilidad sostenible, la innovación verde y el uso eficiente de la energía, añadió el organismo dependiente de Naciones Unidas.

Las compañías turísticas están convocadas a colaborar con gobiernos y organismos internacionales para desarrollar medidas apropiadas, tendientes a reducir significativamente las emisiones de CO2, indica el FEM en el reporte.

El FEM propuso una serie de medidas para reducir los gases de efecto invernadero generados por la actividad turística.

Entre ellas, promover el transporte masivo por encima de autos particulares y eficientar el consumo de energía en los hoteles, mediante incentivos para adquisición de nueva tecnología.