Detroit, 10 de junio. La automotriz italiana Fiat SpA cerró ayer miércoles la adquisición del fabricante estadunidense en bancarrota Chrysler, luego de que la víspera la Corte Suprema de Estados Unidos autorizara la transacción.

La venta es considerada un triunfo para la empresa estadunidense y para la administración del presidente Barack Obama, que ha encabezado los planes de restructuración de dicha automotriz luego de que se declarara en bancarrota.

Sergio Marchionne, presidente ejecutivo de Fiat y quien ocupará el mismo puesto en Chrysler, dijo que la nueva empresa enfrenta muchos desafíos, pero está confiado en que saldrá a flote exitosamente: Chrysler es ahora una empresa más enfocada y ágil que se beneficiará de su alianza estratégica global con Fiat, dijo en un mensaje de bienvenida a los empleados.

La nueva empresa, que tomará el nombre de Chrysler Group LLC, avanzará con ventajas estratégicas significativas, incluyendo un balance sano, una estructura de costos competitiva y una red de concesionarios más liviana y eficiente, agregó Marchionne, quien tiene como meta convertir a la sexta automotriz de Europa en términos de venta, en la segunda empresa mundial del sector.

Asimismo dijo que Fiat comenzará el proceso de transferencia de su tecnología, plataformas y trenes delanteros a las plantas de Chrysler en los próximos meses. En este sentido, ya ha enviado a un equipo de ejecutivos e ingenieros a Detroit para que comiencen a recortar costos e incluso preparar el relanzamiento en Estados Unidos del Cinquecento (500) y del Alfa Romeo.

Inicialmente Chrysler Group LLC tendrá una participación de 20 por ciento de Fiat, que podrá aumentar hasta en 35 por ciento, mientras que los estados estadunidense y canadiense tendrán respectivamente 8 y 2 por ciento, y un fondo de gestión sindical el 55 por ciento restante.

Fiat podrá más adelante tomar el control del grupo, una vez que hayan sido rembolsados los 6 mil millones de dólares adelantados por Washington para la supervivencia de Chrysler.

A finales del año pasado la firma italiana empezó a buscar socios para obtener economías de escala, cuando las ventas de autos comenzaron a caer dramáticamente.

CSM Worldwide, una consultora de la industria, ha pronosticado una disminución de 20 por ciento de la producción mundial este año, a 52 millones de vehículos, porque las automotrices despiden empleados y suspenden la producción ante la fuerte caída de la demanda.

En el caso de Fiat, CSM Worldwide dijo que veía un enorme riesgo en el intento por resucitar a Chrysler, ya que no sólo tenía que renovar una envejecida línea de productos, sino que también convencer a los clientes que vuelvan a comprar automóviles de Chrysler.