Dirigida por Raúl Zermeño, se estrena hoy en el Helénico
Miércoles 10 de junio de 2009, p. a10
A los 30 años de edad hay quienes viven vacíos existenciales y cambios en las relaciones de pareja, lo cual es uno de los centros temáticos de la obra de teatro Espina y flor: armonía fugaz, escrita y dirigida por Raúl Zermeño, que será estrenada hoy en el teatro del Centro Cultural Helénico.
Espina y flor: armonía fugaz aborda, desde una perspectiva crítica, el conflicto de las relaciones de pareja en el contexto de pérdida del sentido total que priva en la realidad actual. En el complejo tejido de la ciudad de México tres parejas de amigos, la primera gay, la segunda lesbiana y la tercera hererosexual, se reúnen en una fiesta en la que en realidad nadie quisiera estar: Max (Antonio Rojas), el afortunado hombre de negocios, es incapaz de apreciar verdaderamente a su esposa como ser humano.
Mavi (Mariana Gajá), carente de todo proyecto vital propio, intenta desesperadamente llamar su atención sin éxito, hundiéndose en la desesperación y la frustración. Por su parte, Alexa (Francesca Guillén), quien detesta a los hombres y los acusa de ser unas bestias depredadoras
, vive profundamente resentida a causa de los constantes desdenes y desplantes de Max, que antes era su amigo y ahora, para su mal, según ella, es su jefe.
Alexa ignora que la mujer que ama, Lirio (Maya Zapata), y con la que vive desde hace tiempo tiene algo que decirle, una noticia maravillosa y terrible que subvertirá el orden de todo lo que fueron sus vidas hasta ese momento.
Finalmente, René (Humberto Busto) y Félix (Rodrigo Ostap), quienes se acaban de separar, no logran romper su círculo y permanecer uno atado al otro en una relación en la que el deseo se confunde con el sufrimiento, el cariño con la violencia y el placer con el odio. La fiesta pondrá de manifiesto la degradación moral de los personajes y acabará por mostrar la imagen espantosa de su podredumbre.
En rueda de prensa, Maya Zapata explicó que esta puesta en escena, que empezó a planearse en noviembre de 2008, plantea la pregunta de si la pareja como está considerada en la actualidad es funcional o no. A partir de ahí se producen diversas situaciones y vamos descubriéndolas. Al final, el único que se responde a sí mismo es el público. Lo demás lo tendrán que ver.
Mariana Gajá dijo que ella hace un personaje... “a una loca, como siempre. Más bien, un poco loca. Se llama Mavi y es una mujer que tiene un vacío muy fuerte, que lo trata de llenar con las superficialidades de la vida, con operaciones, botox; está casada con un publicista.
Dijo que ella en la vida real no se ha hecho ninguna operación, quién sabe mañana. Lo maravilloso del teatro es que uno establece convenciones y con el público las creemos y jugamos a eso. Creo que por más que uno se opere y se vaya a lo superfluo en la vida, si no se trabaja con lo interno, y con la pareja, y sé es sincero, operada o no, todo se irá, igual, a la superficie. Espero que mi personaje sea un espejo, porque la respuesta está en lo interno y no en lo externo.
La música es de Miky Huidobro (Molotov) y Diego Aguirre. La cita es en el teatro del Centro Cultural Helénico, que se encuentra ubicado en avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn, a las 20 horas (sólo hoy) . La puesta estará en cartelera 20 funciones (hasta el 20 de agosto) y realizará una gira por Chiapas. Boletos a 250, 200 y 180 pesos, con descuento para estudiantes e Inapam. Las funciones subsecuentes serán miércoles y jueves, a las 20:30 horas.