Se evitarán durante programas para niños
Lunes 8 de junio de 2009, p. 44
El titular de la Secretaría de Salud (Ssa), José Ángel Córdova Villalobos, afirmó que la dependencia lleva a cabo una revisión de los anuncios televisivos sobre productos alimentarios para modificarlos o evitar que aparezcan en los horarios de programación infantil, debido a que la cantidad de éstos que los menores observan incide de manera directa en el incremento del sobrepeso y la obesidad.
Indicó que se trabaja además en la actualización del marco normativo, en el que se pretende establecer incentivos para el consumo de alimentos saludables e impuestos para los que ponen en riesgo la salud. Junto con la Secretaría de Educación Pública, añadió, se actualiza el reglamento de las cooperativas escolares para facilitar el acceso a productos de alto contenido nutricional.
Señaló que con la Secretaría de Economía están en proyecto normas integrales para dar una mejor elección a los consumidores; sin embargo, en este rubro el trabajo es complejo ante los intereses de la industria que se afectarán. No obstante, deben producir alimentos que no provoquen daños a la salud o muerte prematura por el consumo excesivo
, destacó el funcionario.
En coordinación con la industria de alimentos, se cambia la composición de sus productos para que tengan mayor cantidad de fibra, bajo contenido de azúcar, eliminación de colesterol y ácidos grasos, así como disminución de las porciones, agregó.
En un comunicado, el funcionario destacó que es urgente combatir la obesidad, ya que en México entre 8 y 10 por ciento de muertes prematuras se deben a causas relacionadas con ésta, lo cual tiene un costo anual para el sector público de unos 25 mil millones de pesos.
Al dictar en la ciudad de Querétaro una conferencia magistral sobre el problema del sobrepeso y la obesidad en México, el funcionario federal subrayó que los niños de este país ven al año en televisión entre 12 mil y 20 mil anuncios de productos alimentarios, de los cuales 80 por ciento son de bajo contenido nutricional.
El problema se complica, sostuvo, porque 90 por ciento del dinero que los menores reciben de sus padres para comprar en la escuela lo utilizan en adquirir golosinas o frituras, y la práctica de ejercicio se considera secundaria, porque aun cuando en los colegios hay espacios, los infantes prefieren sentarse y platicar o hacer juegos que no impliquen movimiento.