Koko Taylor, la legendaria Reina del Blues, ganadora de varios premios y reconocimientos, murió ayer a los 80 años, en Chicago, debido a complicaciones derivadas de una intervención quirúrgica que se le practicó el 19 de mayo pasado, para corregir una hemorragia gastrointestinal. A principios de ese mes obtuvo su galardón 29: el Premio de la Música Blues.

Ella se venía recuperando lenta pero satisfactoriamente, pero de pronto decayó, dijo Marc Lipkin, portavoz de la artista.

Su disco más reciente Old School, de 2007, fue postulado a un Grammy (ocho de sus nueve álbumes fueron candidatos a ese premio), galardón que ganó en 1984 por su aparición en la recopilación Blues Explotion. En 2004 recibió la beca Patrimonio Nacional, uno de los más altos honores para un artista estadunidense.

Cora Walton, nombre real de la cantante, nació en una finca a las afueras de Memphis, el 28 de septiembre de 1928. Interesada desde temprana edad en el arte sonoro, se inspiraba en el gospel y el blues de artistas como BB King, Rufus Thomas, Big Mama Thornton y Bessie Smith, pero también desempeñaron un papel importante otros, como Muddy Waters, Sonny Boy Williamson y Howlin’ Wolf.

Con 35 centavos y una caja de galletas Ritz en el bolsillo

En 1952, Taylor y su pareja sentimental, Robert Pops Taylor, viajaron a Chicago con nada, pero, en palabras de Koko, llevaban 35 centavos y una caja de galletas Ritz.

En Chicago, Pops trabajó para una compañía de embalaje, y Koko en el servicio doméstico.

Alentada por su esposo, comenzó a participar en las mejores bandas de blues de la ciudad y pronto obtuvo éxito como artista invitada.

Taylor formó una banda con instrumentos caseros integrada por sus cinco hermanos.

En 1962 con la ayuda de Willie Dixon, quien quedó maravillado con sus actuaciones, Koko consiguió un contrato con la compañía Chess. En esta productora consiguió su primer éxito en 1965, con el tema Wang Dang Doodle, del que se vendieron millones de copias y hoy es uno de los clásicos del blues. Por esos años la cantante fue considerada por muchos críticos la principal figura femenina del mundo del blues: de ahí surgió que se le conociera como la reina.

En 1972 formó su propia banda, la Blues Machine. Tres años después y luego del cierre del sello Chess, pasó a formar parte del elenco de Allligator Records, para el cual grabó ocho álbumes.

Luego de los discos que editó con esa casa, entre 1978 y 2007, recibió siete candidaturas al Grammy y numerosas invitaciones para participar en diferentes álbumes y homenajes.

Leyenda del Año, en 1993

En el transcurso de su extensa trayectoria, Taylor recibió todos los premios que en blues se puedan obtener; incluso, el 3 de marzo de 1993, el alcalde de Chicago, Richard M. Daley, la nombró Leyenda del Año y declaró esa fecha el Día Koko Taylor, en esa ciudad.

En 1997 fue ingresada en el salón de la Fundación del Blues.

En 2009, Taylor participó en un homenaje al actor Morgan Freeman, en el Centro Kennedy, de Washington.

La actividad de la cantante no se limitó a la música. También participó en el cine y la televisión. Actuó en el filme Wild At Heart, de David Lynch, y en la serie policial New York Undercover, se interpretó a sí misma. En la película Blues Brother 2000, cantó un tema.

Koko Taylor fue una de las pocas mujeres que encontraron el éxito en un campo que tradicionalmente dominaban los hombres. Sobresalió desde los clubes del lado sur de Chicago hasta las principales salas de conciertos y festivales de todo el mundo.

Compartió escenarios con cada una de las principales estrellas del blues a las que admiraba: desde Muddy Waters, Howlin’ Wolf, BB King, Junior Wells y Buddy Guy, hasta iconos de rock como Robert Plant y Jimmy Page. Se estima que la artista normalmente participaba al año en unos 200 festivales alrededor del orbe.