Detroit, 30 de mayo. Los tenedores de bonos de General Motors votaron este sábado el plan de la compañía de canjear los 27 mil millones de dólares que poseen en bonos por acciones que les darían hasta 25 por ciento de una GM restructurada, el último obstaculo para lograr la quiebra ordenada del fabricante de automóviles, prevista para ser presentada este lunes.

El éxito del nuevo cambio de deuda por capital ayudaría a reducir la lista de acreedores de GM y asegurar que el tiempo de la atribulada automotriz en la corte de quiebras sea corto.

Sin embargo, al término del encuentro, que debía concluir a las 5 de la tarde (hora de Washington, una hora más que en México), GM no realizó comentarios sobre cuántos inversionistas habían expresado apoyo para el canje.

Acuerdo mejorado

El nuevo acuerdo mejorado para los tenedores de bonos –10 por ciento de participación en la restructuración de GM y garantías de otro 15 por ciento– ya contaba con el apoyo de inversionistas que representan al menos 35 por ciento de los bonos de la automotriz, según Reuters.

Sin embargo, The New York Times (NYT) publicó en su página electrónica la noche del sábado que la propuesta contaba con el respaldo de sólo 20 por ciento de los acreedores.

Administradores de fondos y analistas dijeron que era posible que la oferta de bonos pudiese haber atraído a la mayoría de los tenedores de bonos de GM antes del plazo.

Con la nueva oferta, los tenedores de bonos tendrían una recuperación de alrededor de nueve centavos por dólar, superior a una estimación de entre cero y cinco centavos bajo la propuesta anterior, explicó Johnson.

En un comunicado emitido la tarde del viernes, GM anunció que el director ejecutivo de la empresa, Fritz Henderson, se desplazará desde las oficinas generales de la marca en Detroit, Michigan, hasta Nueva York, donde se ubica el tribunal de quiebras, para dar una conferencia de prensa alrededor de mediodía del lunes.

El gobierno enviará a una docena de sus técnicos para explicar el plan en los grandes estados industriales del norte: Ohio, Michigan, Indiana y Wisconsin.

La administración del presidente Barack Obama ya indicó que los activos sanos del constructor de automotores deberían recuperarse en un nuevo GM en cuanto se declare la quiebra. El Tesoro controlaría en un primer tiempo 72.5 por ciento del capital del grupo reestructurado.

Para evitar que la compañía agonice durante años de tutela judicial, el gobierno quiere presentarle al juez un plan de restructuración totalmente listo, con el acuerdo de los principales participantes, tal y como está haciendo actualmente con Chrysler, otro gigante del automóvil en crisis.

Mi preferencia habría sido mantenerme fuera por completo (...) Pero la alternativa era ver una liquidación, la bancarrota en la cual una enorme institución con gran importancia para nuestra economía simplemente es dividida en pedazos, dijo Obama en una entrevista con NBC News grabada el viernes en la Casa Blanca y que salió al aire este sábado.