Las ciudades de Toluca, Ramos Arizpe y Saltillo, las más afectadas; pega al comercio
Ante la caída de las ventas en el país y EU, automotrices anuncian más cierres temporales
Sábado 30 de mayo de 2009, p. 21
El cierre temporal de fábricas del sector automotriz ha perjudicado a más de 40 mil personas en México, principalmente en entidades cuya economía está fuertemente ligada con la industria del automóvil.
Según el consejero de la Cámara Nacional de Comercio en Saltillo, Armando Gutiérrez Gutiérrez, la suspensión de operaciones que han realizado en las semanas recientes las plantas de Chrysler y General Motors, empresas de las que dependen de manera directa unos 9 mil trabajadores y en forma indirecta otros 30 mil, mantienen colapsado al comercio formal de la ciudad.
En México la industria automotriz es una de las principales generadoras de empleo e ingresos por exportación, equiparables a los petroleros, ya que en 2007 reportó por ventas al exterior aproximadamente 50 mil millones de dólares, seis veces más que en 1993, antes de la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
En el país esta industria contribuye con aproximadamente 3 por ciento del producto interno bruto (PIB); aporta un millón de empleos en toda la cadena productiva; concentra 19 por ciento de las exportaciones manufactureras y 15 por ciento del total nacional, según la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
El 30 de abril pasado, Grupo Chrysler inició un paro laboral que finalizaría el primero de junio. Sin embargo, el vocero del Corporativo Chrysler en México, Manuel Duarte, informó ayer que la empresa continúa monitoreando la situación del mercado para determinar cuándo se puede reanudar la producción, de acuerdo con Reuters.
El corporativo, que tiene una ensambladora y una fábrica de motores en Ramos Arizpe y Saltillo, Coahuila, respectivamente, argumentó que el paro técnico era necesario para restructurar su sistema de operaciones luego de la alianza que consiguió a finales del mes pasado con la firma italiana Fiat.
El secretario de Fomento Económico del gobierno de Coahuila, Jorge Alanís Canales, informó que durante la suspensión de operaciones de las plantas de Chrysler en Coahuila, los aproximadamente 5 mil trabajadores han recibido 50 por ciento de su salario.
Sin embargo, la situación ha sido aún más lamentable para el complejo industrial que General Motors tiene en el municipio de Ramos Arizpe, donde laboran unas 4 mil personas.
La crisis económica mundial y el desplome de 30 por ciento en las ventas de automóviles en México y en Estados Unidos llevaron a la compañía a suspender operaciones entre el 18 y el 22 de mayo pasados.
Además, la empresa anunció este viernes que entre el primero y el 5 de junio y posteriormente del 22 al 24 de ese mismo mes realizará nuevos paros técnicos en sus líneas de ensamblaje de los compactos Chevy y los utilitarios Captiva, HHR y Saturn.
En febrero anterior, luego de un paro que se prolongó por seis semanas, General Motors reanudó operaciones en Coahuila, pero al hacerlo echó fuera de sus plantas a 300 trabajadores y planeó el despido de otros 800 ante el argumento de no poder costear los sueldos debido al colapso en sus ventas.
En Toluca, al menos mil trabajadores de la planta Chrysler fueron afectados por el paro en la producción.
Fuentes de la empresa indicaron que desde hace 15 días han disminuido el ensamblaje de unidades como Dodge Journey que se maquilan en esa base.
Al menos la mitad de los obreros calificados que laboran en esta empresa fueron forzados a tomar vacaciones adelantadas, y estiman que la situación se prolongue por al menos un mes más.
Chrysler y General Motors tienen complejos ensambladores en el valle de Toluca. Entre ambas empresas dan empleo a más de 5 mil mexiquenses.