Sólo un zarpazo pudo dar Pumas en su territorio. Pero el 1-0 de anoche sobre Pachuca, en el partido de ida de la final, fue suficiente para que los aficionados auriazules despidieran a su equipos con el clásico cómo no te voy a querer.

No es suficiente (el 1-0), pero es diferencia al fin, señaló Dante López, autor del único tanto del partido, al minuto 21.

Un martirio resultó para los Tuzos la primera parte del trámite. Los de la UNAM salieron con el firme propósito de no dejarlos ni respirar y, como la lluvia a los aficionados, les caía encima apenas llegaba el balón a los visitantes.

El conjunto hidalguense nunca pudo hacer su juego ni tocar la pelota con comodidad y dos de sus mejores cartas, Christian Giménez y Damián Álvarez, no fueron ni la sombra de otras ocasiones.

Con su juego más vertical y su gran dinámica, los auriazules entusiasmaron a sus seguidores –que abarrotaron el estadio Olímpico Universitario– desde muy temprano, porque al minuto ocho, un remate de Darío Verón estremeció un poste de la meta defendida por Miguel Calero.

El estadio enloqueció a los 21. Francisco Palencia abrió hacia el lado derecho para David Toledo, quien se animó y mandó un obús que Calero rechazó, pero lo hizo hacia el centro y en el corazón del área Dante López se acomodó y lo fusiló para el 1-0.

El tradicional olé, olé, fue coreado por los aficionados cuando Pumas tocaba el balón cerca del final de este periodo.

Para la parte complementaria se emparejó el nivel del encuentro y los equipos coquetearon con el gol.

Los del Pedregal bajaron un poco la intensidad (era imposible mantener el ritmo) del primer tiempo y los Tuzos hicieron ajustes en sus líneas, dieron mayor sentido a sus avances y se escaparon de las redes auriazules.

Aunque el que dejó escapar también una gran oportunidad al minuto 60 fue Ismael Íñiguez, quien robó un balón, pero al encarar a Calero cruzó demasiado su disparo.

El grito de portero, portero, se escuchó después, al 65, porque Damián Álvarez soltó un buen derechazo que obligó al arquero Sergio Bernal a emplearse a fondo para mandar al tiro de esquina.

En el cobro, Luis Montes remató en el área, pero la pelota picó primero y salió por arriba de la meta.

Dante López tuvo ocasión de aumentar la ventaja al 60, pero no definió bien y su tiro salió a un lado de la portería.

Así, la esperanza de alcanzar la cúspide en este torneo Clausura 2009 aún la tienen ambos equipos. Solamente es el primer tiempo, recordó el técnico de los Tuzos, Enrique Meza, quien confía en que la historia sea diferente en la revancha del domingo en Pachuca.