La marcha del primero de mayo que tradicionalmente realizan los trabajadores de México para conmemorar el Día del Trabajo, que fue suspendida en esta ocasión debido a la contingencia sanitaria provocada por la epidemia de la influenza A(H1N1), se repondrá la próxima semana con dos desfiles hacia el Zócalo.

La primera marcha la realizará el primero de junio el Frente Sindical Mexicano, encabezada por los electricistas, y la segunda la efectuarán el 3 de junio las organizaciones que integran la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).

Ambas manifestaciones se realizarán del Monumento a la Revolución hacia el Zócalo, partirán a las cinco de la tarde en una sola columna y tendrán entre los ejes principales de las movilizaciones el rechazo a la política económica y laboral del gobierno del presidente Felipe Calderón, y en general el repudio al modelo económico; asimismo, expondrán reclamos por el desempleo creciente en el país y la demanda de justicia para el sector minero.

Como no hubo acuerdo de las organizaciones respecto del día en que se efectuaría la movilización sindical, se llevarán a cabo las dos marchas que se bautizaron como Jornada de Lucha Nacional, e incluso habrá otras acciones paralelas a dichos eventos, ya que, por ejemplo, el 3 de junio los trabajadores de las organizaciones que integran la UNT llevarán a cabo mítines en sus centros de trabajo de la una a las dos de la tarde, así como marchas paralelas en varios estados de la República.

Al respecto el líder de la presidencia colegiada de la UNT y dirigente del Sindicato de Telefonistas, Francisco Hernández Juárez, señaló que entre las preocupaciones centrales del sector laboral están el desempleo y el modelo que no funciona, ya que tenemos 27 años de resultados económicos desastrosos para el país, pues antes de la crisis ya éramos la nación de América Latina que menos crecimiento económico tenía, y de 180 países estábamos en el lugar número 170 en cuanto a crecimiento. Obviamente la crisis económica y la epidemia nos vinieron a afectar más, al grado de que la caída del nivel de crecimiento económico es tan grande como lo fue en 1994 con el error de diciembre.

Apuntó el dirigente que es difícil imaginar cómo México va a poder resistir las tensiones sociales que se van a generar y añadió que ojalá en las elecciones, la gente piense que ya no es posible seguir dándole el voto a los partidos políticos que tuvieron su oportunidad de demostrar que podían hacer algo por el país y son muy mediocres sus resultados.

En cuanto al diálogo del sector obrero con la Secretaría del Trabajo, dijo que éste está roto, pues el titular de la dependencia, Javier Lozano, está enojado porque quiere resolver los problemas de saliva y no lo aceptamos. Agregó que el secretario está disgustado porque, por ejemplo, se le plantean problemas como el de los trabajadores de Volkswagen, que no han recibido sus apoyos por los paros técnico, y se molesta porque se le reclama esta situación.

Ya no nos habla, hicieron las negociaciones del programa de productividad y ni siquiera nos convoca, y luego quiere que nada más vayamos a convalidar el acuerdo, pues no... Luego hemos tratado de tener reuniones con él para ver asuntos como el de sobrecargos y no nos toma la llamada. Está enojado porque no le aceptamos la forma de no resolver los problemas, remarcó el dirigente.