El estilo del técnico del Pachuca, Enrique Meza, se impuso en la concentración de sus pupilos: los jugadores fueron amables, halagaron a Pumas por su dinámica, por el futbol abierto que practica, pero al que quieren vencer esta noche a partir de las 21:05 horas en la cancha del estadio Olímpico Universitario.

La mañana de ayer, en un hotel al sur de la ciudad, los Tuzos dispusieron de media hora para dialogar con los medios y luego irse a entrenar a casa de su timonel, disfrutar de la final de la Champions (Barcelona 2-0 a Manchester United) con una parrillada, para al atardecer regresar al lugar de concentración.

Llamó la atención el portero Miguel Calero, quien con modestia dijo que estamos acostumbrados a jugarlas (finales) y a ganarlas, y pese a los semestres duros, con lesiones, enfermedades y sacrificar a la familia (...) ojalá podamos ganar en esta oportunidad, siempre respetando al rival que tenemos enfrente.

Consideró más allá de los logros que hayan tenido ambos clubes en el pasado, eso ya se queda en la historia, aunque nosotros queremos seguir escribiéndola con nuevos logros, y comentó que preferiría que Leandro Augusto no alineara por el peligro que representa.

Calero informó que para la final utilizará otra vez sus coloridos uniformes, salidos de su creatividad. En broma comentó que ya se vistió de caramelo y luego de abejorro, por lo que no sería mala idea lucir ahora como arcoiris, aunque si sus modelos usados en la liguilla no gustan, los guardará en el baúl.

Jaime Correa, quien ha estado en cuatro de los cinco títulos conquistados por Pachuca, destacó que una final debes disfrutarla, pero mañana cuando dé inicio el partido debemos estar al ciento por ciento, totalmente concentrados, porque el que cometa más errores puede perder.

Por lo pronto, ayer gozó del tiempo libre, sabedor de que venimos con una mentalidad de llevarnos la victoria y aunque no supo si se dará un encuentro abierto por el estilo que practican ambas escuadras, se mostró seguro de que no se puede regalar nada (...) no venimos y a empatar ni a llevarnos una mínima ventaja, sino pensando en una buena victoria.