El número de vuelos cancelados en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) en los primeros 18 días de mayo asciende a un total de 2 mil 658 operaciones, tanto de salida como de llegada, según reportes oficiales de las aerolíneas. Hasta las 19 horas de ayer, se habían registrado otras 79 operaciones suspendidas.

Frente a esta severa crisis, en la cual algunas aerolíneas han perdido hasta 50 por ciento de pasajeros por la baja demanda, atribuible a la alerta sanitaria de la influenza, el sector aéreo exigió al gobierno federal ampliar los plazos, de 30 a 60 días, para el pago de adeudos por diversos servicios aeroportuarios y de control de tránsito aéreo. También pide aplazar el pago de la Tarifa por el Uso de Aeropuerto, impuesto que por cierto lo paga el pasajero en el precio del boleto.

La Cámara Nacional del Aerotransporte (Canaero) ha señalado que desde hace varios días las principales aerolíneas del país están a la espera de los lineamientos del gobierno federal para poder acceder a la línea de crédito de 3 mil millones de pesos en financiamientos, vía Bancomext, anunciada por la Secretaría de Hacienda para hacer frente a esta crisis. Sin embargo, aún se desconocen los requisitos y las condiciones para beneficiarse de estos apoyos.

Aunque hasta ahora ninguna empresa ha cuantificado las pérdidas provocadas por la contingencia sanitaria, Mexicana de Aviación señaló que en el presente mes ha transportado a la mitad de pasajeros en comparación con mayo del año pasado. De acuerdo con información de 2008, se estima que Mexicana tiene poco más de 2 mil 800 vuelos semanales, y en ese mismo lapso registra una venta de 319 mil asientos.

Además, por conducto del Consejo Coordinador Empresarial, el sector aéreo ya planteó a las secretarías de Turismo, Comunicaciones y Transportes, y la misma Hacienda, la posibilidad de que el gobierno federal decrete un subsidio en la compra de boletos de avión, a fin de paliar las cancelaciones de vuelos y con ello evitar no sólo la caída del sector aeronáutico, sino también reactivar el turismo, dos de los rubros más afectados por la alerta sanitaria por el virus de influenza humana A/H1N1.

Y es que aunque la emergencia por la epidemia se inició a finales de abril, el sector aéreo arrastraba ya complicaciones muy graves desde el año pasado, con precios de combustible muy altos y una situación económica que se tornaba cada vez más incierta desde finales de 2008.

Esto provocó que en el primer trimestre de 2009, incluso antes de iniciada la emergencia sanitaria, los principales consorcios aeroportuarios del país reportaran caídas en el número de pasajeros movilizados en los aeropuertos que administran. La caída fue de 16.6 por ciento para el Grupo Aeroportuario del Pacífico, 19 por ciento del Grupo Centro Norte y 33 por ciento del Grupo Sureste.

En tanto, Mexicana de Aviación reinició ayer los vuelos entre las ciudades de México y Buenos Aires, y este miércoles lo empezará hacer Aeroméxico, luego de que ese país sudamericano levantó la suspensión unilateral que mantuvo durante más de dos semanas, tras conocerse el brote del virus de influenza.

En la larga lista de peticiones del sector aéreo para enfrentar la presente crisis, se encuentra también flexibilizar los llamados slots (horarios de aterrizaje y despegue que tienen asignados las aerolíneas) en aeropuertos, con el fin de consolidar vuelos o suspenderlos, sin que ello implique sanciones a las aerolíneas o que dichos espacios sean reasignados a otras compañías, cuando menos hasta que se regularice la situación, según informó Javier Christlieb, presidente de la Canaero.

Respecto de los vuelos cancelados en el AICM, cabe recordar que los primeros 10 días del mes fueron los más difíciles, pues del 2 al 7 de mayo la cifra de vuelos suspendidos superó los 200 diarios, registrándose la mayor marca con 232 el día 5. De ahí en adelante, aunque ha ido a la baja, en muchos de esos días la cifra ha rebasado el centenar de vuelos cancelados.