Luego de hacer oficial su salida de Cruz Azul, Eduardo de la Torre dijo que su herencia en el club cementero es haber colaborado para bajar el costo de la nómina, que en la cancha se dejó de depender de uno o dos jugadores y dar empuje a los jóvenes de fuerzas básicas, y confesó un anhelo: dejar el pantalón largo para volver a ser timonel.

No obstante, se declaró insatisfecho por no haber logrado un campeonato, que era el objetivo al llegar a la vicepresidencia deportiva de La Máquina.

Sin embargo, destacó los tres subcampeonatos, dos en la liga y otro en la Concachampions, aunque respecto del torneo Clausura 2009 admitió: fue un fracaso... pero hoy la institución está más cerca del título.

De la Torre comentó que el acuerdo laboral con Guillermo Álvarez fue verbal y sólo por dos años –¡nunca firmé!–, periodo que se ha cumplido y de mutuo acuerdo decidió desvincularse.

Dijo que sus inquietudes están enfocadas más hacia la cancha: me siento muy preparado, con más experiencia para ir al banquillo.

En rueda de prensa realizada en La Noria, el Yayo rechazó que haya existido un rompimiento en el vestidor, el cual habría impedido dar resultados idóneos a Benjamín Galindo, a quien se le sostuvo en el timón hasta donde fue posible.

Dejó en claro que su labor de planeación, inclusive con errores, fue siempre “en una dirección, pues ahí se hizo todo lo indicado, pero no nos alcanzó (para el título)...

Eduardo de la Torre rechazó que exista rompimiento en el vestidor de los CementerosFoto Notimex

“Más bien (el fallo) fue en cancha. Como le ocurrió al Toluca, que hizo todo lo que debía para avanzar a semifinales, pero por los postes o el portero contrario no se dio. Fue más futbolístico.

¿En qué nos equivocamos?, pues a lo mejor en que una pelota rebotó en el travesaño, un árbitro que no marcó un penal o porque jugamos con 10 hombres; ¡eso es ajeno a una planeación!

Manifestó que luego de ser dos veces finalistas pensaron que la inercia o ese mismo método nos daría buenos resultados en este certamen, sin considerar golpes anímicos tan fuertes como dos subcampeonatos seguidos, y sin tomar en cuenta que el equipo debía potencializarse más para que esa fortaleza no desapareciera.

Acerca de la recurrente versión de que Carlos Hurtado es el proveedor de refuerzos y estrategas en Cruz Azul, De la Torre alzó la voz: Ningún representante impuso aquí nada ¡absolutamente! Eso fue hablado con la directiva desde un principio... Yo traté con más de 30 o 40 promotores, porque el jugador ya lo trae. Es una profesión muy digna y no sé cuál es la suspicacia, y remarcó: Hurtado no es mi promotor.

Por último, ponderó la salida de seis o siete jugadores de los más caros, de un total de ocho o nueve, entre ellos el portero Óscar Pérez, con lo que se bajó el costo de la nómina.

Cumplí con mi compromiso, bien o mal, pero lo hice y estoy preparado para lo que venga, puntualizó.