A partir del 18 de junio, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) medirá los niveles de ruido en el Centro Histórico, mediante la instalación de 10 equipos especiales para monitorear el registro de decibles, que llega hasta 75 en algunas de sus avenidas, cuyos efectos inmediatos se reflejan en aumento del estrés y reducción del control.

Este ruido, en el corto, mediano y largo plazos abate los umbrales auditivos, con lo que se deteriora audibilidad, nitidez, inteligibilidad, comprensión y aprendizaje de los niños, explicó Luis Pastor Sánchez, investigador del Centro de Investigación y Computación del Instituto Politécnico Nacional, encargado de diseñar los equipos con tecnología ciento por ciento mexicana, y un costo mucho menor al que se ofrece en otros países.

La inversión permanente en ciencia y tecnología es fundamental, pues tiene que ver no sólo con las posibilidades de crecimiento económico, sino cuál es la calidad de vida que tenemos en la ciudad y cómo la vamos a mejorar. Y con este proyecto una vez más se demuestra que invertir en instituciones públicas que generan bienes públicos, vía la ciencia, no sólo tiene sentido, sino que es imperativo, afirmó el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubon.

En la instalación del Equipo de Trabajo Interinstitucional sobre Riesgos Ambientales del Programa de Prevención y Mitigación de Contaminación, Ebrard explicó que si pensáramos en comprar algún sistema de este tipo de los que funcionan en otros países, estaríamos 80 a uno en el costo. Este desarrollo nos costó uno. Y el hecho de que fortalezcamos el desarrollo tecnológico nos va a llevar a que México sea autosuficiente.

Ebrard agregó que el programa de monitoreo se iniciará en el Centro Histórico y se extenderá en la ciudad, para lo cual se impulsará una campaña de concientización, pues la solución no está en la aplicación masiva de sanciones.

Los nodos de monitoreo se colocarán en los cruces de Eje Central con Meave y 5 de Mayo; Isabel La Católica y República de Uruguay; Izazaga y Pino Suárez; El Salvador y Pino Suárez; 5 de Febrero y 16 de Septiembre; El Salvador y 5 de Febrero; Pino Suárez y Corregidora; Argentina y Moneda, y Tacuba y Chile.

A su vez, el subprocurador de averiguaciones previas de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Luis Genaro Vázquez, señaló que se tendrá presencia interinstitucional en diversos puntos donde se registre contaminación auditiva para orientar a los establecimientos mercantiles, así como al comercio informal, a fin de mejorar el ambiente. La contaminación auditiva es un delito ambiental y se cuenta hoy con una Fiscalía Especializada encargada de aplicar penas de dos a seis años de cárcel y multas de mil a 5 mil salarios mínimos, independientemente de las sanciones administrativas a que haya lugar.

Una cuarta parte de las denuncias recibidas por la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial, es decir, mil 331 quejas presentadas en los recientes ocho años, se encuentran relacionadas con ruido, y se demostró en una investigación realizada en 2006 que se rebasaban los niveles permitidos, según afirmó su titular, Diana Ponce Nava. En el trazo de lo que será la Línea 12 del Metro se detectó un promedio de 75 decibeles.