Chilpancingo, Gro., 17 de mayo. Cinco organizaciones guerrilleras afirmaron que los crímenes de Estado perpetrados en la era priísta continúan en la impunidad, y otros del mismo tipo siguen cometiendo gobiernos panistas y hasta perredistas. Prueba de ello son las matanzas, persecuciones, asesinatos selectivos, torturas, desapariciones y encarcelamientos de luchadores sociales y revolucionarios.

Los grupos insurgentes recordaron que el 18 de mayo de 1967, en el municipio de Atoyac de Álvarez, en la Costa Grande de Guerrero, cuando profesores y padres de familia protestaban contra directivos de la escuela Juan Álvarez y los caciques regionales, cinco personas que asistían al acto fueron asesinadas –entre ellas una embarazada– y más de 24 campesinos resultaron heridos. Ese multihomicidio hizo que Lucio Cabañas se internara en la sierra y comenzara su lucha guerrillera.

“La masacre y persecución lo llevaron a buscar refugio en el monte, y desde ese momento –protegido y apoyado por redes comunitarias en el campo y la ciudad– el profesor comenzó en silencio la construcción del Partido de los Pobres (PDLP) y su Brigada Campesina de Ajusticiamiento”, afirman en su comunicado número 14 el Movimiento Revolucionario Lucio Cabañas Barrientos, Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo, la Organización Insurgente 1º de Mayo, la Brigada de Ajusticiamiento 2 de Diciembre y la Unidad Popular Revolucionaria Magonista.

Las organizaciones afirman que tras largos años de combate y resistencia, en los que causó decenas de bajas al Ejército, Lucio Cabañas se constituyó en uno de los símbolos revolucionarios armados más relevantes de la lucha contra la opresión, la explotación y la miseria, que en la década de los 70 fue desarrollada en México por su organización y otras.

Además, el PDLP no sólo sorteó exitosamente las más de 17 campañas militares desplegadas en su contra, sino fortaleció sus vínculos con la gente humilde y su trabajo de organización; pero al no conseguirse aniquilarlo se reprimió al pueblo de manera despiadada, y hoy día se sigue recordando a más de 600 guerrerenses y otros mil militantes de todo el país detenidos-desaparecidos por fuerzas castrenses y cuerpos policiacos.

Los grupos guerrilleros aseguran que Lucio Cabañas Barrientos continúa vigente, y en su ejemplo se inspiran manifestaciones del magisterio, estudiantes, colonos, transportistas, amas de casa y profesionistas. Además, la resistencia cotidiana contra la explotación capitalista y la lucha sindical, en huelgas, plantones y bloqueos carreteros, pero también los nuevos movimientos armados que parten del mismo ideario político.

Fortalecidos en su experiencia y potenciados por su ejemplo, todos ellos dan la lucha por la transformación revolucionaria y la liberación nacional, pues entienden que Lucio Cabañas vive y no descansará hasta que el pueblo y sus organizaciones democráticas terminemos con la impunidad y la injusticia que caracteriza a los dueños del capital, hasta liberar a la patria y hacer que florezca una sociedad efectivamente humana, digna y justa, concluyen.