Nueva York,12 de mayo. Cuba, México y Uruguay fueron relegidos hoy miembros del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), mecanismo al que ingresó ahora Estados Unidos y al que el anterior gobierno de George W. Bush boicoteó por considerar que albergaba a notorios violadores de los derechos humanos y que tomaba partido contra Israel.

Estados Unidos recibió 167 votos sobre 192, anunció el presidente interino de la Asamblea General de la ONU, el embajador de Namibia Kaire Mbuende.

Su elección para integrar el organismo con sede en Ginebra –para un mandato de tres años renovable por un periodo más– no ofrecía dudas, porque en el grupo de países occidentales sólo había tres candidatos para ocupar otros tantos asientos. Los otros dos candidatos eran Bélgica y Noruega, que recibieron 177 y 179 votos.

La votación, que se hace por zonas geográficas, suscitó una vez más muchas críticas, porque sólo 20 países eran candidatos a ocupar 18 asientos vacantes.

En consecuencia, los resultados en dos regiones –Asia y América Latina– estaban decididos por anticipado, entre ellos las inevitables relecciones de Cuba, China y Arabia Saudita, periódicamente acusados de violar los derechos humanos por organizaciones defensoras de ellos.

Los restantes miembros

En el grupo africano fueron elegidos Camerún, Yibuti, Isla Mauricio, Nigeria y Senegal. Por el grupo asiático, Arabia Saudita, Bangladesh, China, Jordania y Kirguistán. Por Europa del este, Rusia y Hungría.

El gobierno del presidente Barack Obama decidió a finales de marzo luchar por un puesto en el consejo, rompiendo así con lo hecho por su antecesor George W. Bush, que boicoteó el organismo desde que fue creado en 2006.

Bush había reprochado en 2006 al consejo –que remplazó a la antigua y desacreditada Comisión de Derechos Humanos– el hecho de tener reglamentos y procedimientos que no garantizaban una defensa eficaz y sincera de los derechos humanos.

Más tarde criticó las prácticas del nuevo consejo y le reprochó entre otras cosas que pasara la mayor parte del tiempo criticando a Israel e ignorando situaciones como la de Darfur (Sudán), Birmania y Zimbabue.

La administración Obama, por el contrario, considera que es mejor estar en el seno del Consejo de Derechos Humanos en lugar de permanecer al margen.

La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, saludó la elección de su país.