La danza le aportó una plena realización
Martes 12 de mayo de 2009, p. 8
Luego de una vida dedicada a la danza, este lunes falleció a causa de un paro cardiaco la bailarina Roseyra Marenco, quien fue coreógrafa, docente y fundadora del Ballet Moderno de México.
Nacida en 1939, en Coatza-coalcos, Veracruz, Marenco figuró entre los ocho fundadores de esa compañía dirigida en 1952 por Amalia Hernández, la cual fue antecedente del Ballet Folclórico dirigido por la misma coreógrafa, dijo el escritor Mario Arturo Ramos, quien comentó aspectos relacionados con la prolífica trayectoria de la bailarina.
Durante un encuentro de Ramos con Marenco, en Querétaro, en julio de 2008, escuchó en voz de la maestra que “por el asma y mis lesiones todos los años que bailé fueron con muchos problemas, sobre todo respiratorios.
“Para consagrarse al cultivo de la danza –continuó la bailarina– se requiere una devoción religiosa, mística. Hay que entregarse a ella de por vida, de tiempo completo. Los profesionales de la danza tienen que someterse a un ritual cotidiano que exige resistencia, perseverancia y amor.”
Marenco agregó: No creo haber aportado mucho a la danza, pero lo que sí creo, sé a conciencia y estoy totalmente segura, es lo que a mí me ha aportado la danza: una plena realización
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Entre los mentores de Marenco figuran Ana Mérida, Guillermo Keys, Xavier Francis, Merce Cunnigham, Waldeen, David Wood, Ana Sokolow, Antonio de la Torre, Beatriz Flores y Amalia Hernández.
Ramos recordó que Roseyra Marenco creó, en 1953, su primera coreografía Movimiento sinfónico y se caracterizó por ejecutar una danza gozosa
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El escritor, quien conoció desde hace décadas a la coreógrafa, citó al crítico Raúl Flores Guerrero –quien tras el debut de Marenco, escribió–: las excelencias son muchas en esta danza, plasticidad y dinámica armonizadas en los movimientos, con verdadero sentido estético, espontaneidad y claridad en la expresión artística
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Roseyra Marenco fue velada en la funeraria de General Prim y Versalles, colonia Juárez.