A la escasa imaginación en la oferta de carteles se suma ahora la especulación
Improcedente suspensión de la segunda corrida en la Feria Nacional de San Marcos
Lunes 11 de mayo de 2009, p. a41
El viernes 24 de abril José Juan Garza, aficionado de Torreón, llegó a Aguascalientes con su señora, los dos hijos de ambos y su cuñado con la intención de presenciar la corrida del sábado 25, en la que actuaron El Zotoluco, José Tomás y Arturo Macías. Aunque le contrariaba que se lidiase una corrida de Teófilo Gómez, de probada mansedumbre y exasperante docilidad, adquirió en reventa localidades de sombra general pero en paquete, por lo que tuvo que pagar también, aunque a menor precio, por las entradas para el festejo del día siguiente.
A José Juan no le dolió tanto el abuso y confirmar que los toros anunciados acusaban la escasa bravura de siempre y la consiguiente falta de emoción en las faenas; lo que lo exasperó fue que el domingo, con menos de un cuarto de asistencia en los tendidos, a punto de hacer el paseíllo el sevillano Antonio Barrera, protegido de la empresa, Ignacio Garibay, Víctor Mora y el rejoneador Rodrigo Santos, el juez de plaza comunicara por el sonido local que se suspendía el festejo a causa de la supuesta epidemia de influenza. Eran las 18 horas pasadas.
Y es que a las lorquianas cinco en punto de la tarde de ese domingo el gobernador del estado, Luis Armando Reynoso Femat, había anunciado no el descenso del equipo Necaxa, propiedad de su gobierno y de Televisa, sino la suspensión oficial de la Feria Nacional de San Marcos 2009.
Con esa decisión y sólo durante la feria, al decir de un miembro del comité organizador, se perdieron más de 70 millones de pesos diarios y cerca de 6 mil empleos de remuneración especial, ya que el ingreso promedio de un mesero durante el periodo ferial equivale a cinco meses de sueldo en condiciones normales, y hay hoteles que con los ingresos de la feria pagan la nómina de todo el año
.
Sin embargo, en Aguascalientes otras empresas con mejor oferta celebraron los espectáculos anunciados para ese día por la noche, como fue el caso del abarrotado palenque con el show de Gloria Trevi, incluso con más riesgo de contagio que el coso taurino al alojar en un local cerrado a miles de espectadores.
¿A qué obedeció esta nueva presión de la empresa Espectáculos Taurinos de México, SA, (ETMSA) al obsecuente presidente municipal, Gabriel Arellano Espinosa, para que suspendiera el desairado festejo?
La columna La Purísima… Grilla, publicada el 4 de mayo pasado en La Jornada Aguascalientes, flamante diario hermano al que deseamos el éxito que sus esfuerzos y compromiso con el pueblo aguascalentense merecen, decía: “…nunca se tomó la decisión de cancelar la corrida de ese día (el domingo 26)… pero los empresarios taurinos presionaron al gobierno municipal para suspenderla y así tener un pretexto para no reportar pérdidas...”
Propietaria también del coso de San Marcos en esa ciudad, así como los de Guadalajara, Monterrey, León, Acapulco e Irapuato, la autorregulada ETMSA parece dispuesta a sacrificarse
en lo que a ingresos se refiere y advierte que quizá no dé festejos sino hasta el año próximo, como si le preocupara la asistencia a sus plazas.
Evidentemente, crisis económicas y sanitarias no serán excusa para justificar ineptitudes ni especulaciones. Sólo la capacidad empresarial de quienes sepan “echar pa’lante” con sensibilidad, imaginación y espíritu de servicio para ofrecer al público espectáculos taurinos acordes con lo que le cobran, mantendrá a flote una tradición menos cruel que la matanza de cerdos, por ejemplo.