Los productores mexicanos de flores perdieron 400 millones de pesos por la debacle del comercio en las dos semanas de contingencia sanitaria, así como la cancelación de cientos de pedidos de exportación por 20 millones de dólares (unos 260 millones de pesos).

Miles de familias involucradas directa e indirectamente con la producción y venta de las flores están literalmente en quiebra, ya que la influenza llegó en la víspera del Día de las Madres, la temporada más importante del comercio, dijo Marco Antonio Beltrán, presidente del Consejo Mexicano de la Flor (Conmexflor).

Explicó que las ventas regulares en la víspera del festejo a las madres se calculaban en 800 millones de pesos, pero la crisis económica, más las medidas de salud decretadas por las autoridades –entre ellas el cierre de las iglesias y de los festejos religiosos– provocó un fuerte declive en las ventas al mayoreo y el desplome de los precios, por ejemplo, una docena de rosas pasó de 80 a 35 pesos.

La movilización de la producción de flores del centro hacia otras regiones se redujo; muchos clientes de los estados del norte cancelaron sus pedidos por el temor de que por la flor se expandiera la influenza (del virus A/H1NI). Hay que analizar qué tan atinada fue la decisión de suspender totalmente las actividades, porque el pánico y el temor se expandió.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), en 17 estados del país se destinan 18 mil 70 hectáreas al cultivo de flores, pero el mayor productor es el estado de México.

En dicha entidad, apuntó Marco Antonio Beltrán, hay 5 mil floricultores que habían sembrado mil 500 hectáreas para la producción de flores, por la baja en las ventas están tirando la producción y aunque se espera un repunte este fin de semana, ya hay un daño a la economía de las familias.