Se reduce el número de pacientes para consultas sobre influenza
Viernes 8 de mayo de 2009, p. 9
Al cumplirse dos semanas de que el gobierno federal decretó alerta sanitaria por la influenza humana, clínicas y hospitales de la ciudad de México vuelven a la normalidad en forma paulatina.
Pocas personas acuden temerosas por tener síntomas de gripe común o resfriado; los tapabocas desaparecen de los rostros y en las farmacias retornan a su precio habitual. En el mercado negro, afuera del Centro Médico Nacional Siglo XXI, esa mercancía pasó de 5 pesos a uno por unidad.
Y si bien en la mayoría de farmacias se conservan letreros de no hay tapabocas
, los empleados ya no responden malhumorados cuando alguien pregunta si tienen en existencia.
También las Caravanas de la Salud han visto cómo disminuye en más de 50 por ciento la afluencia de posibles enfermos, mientras los equipos médicos que ahí laboran informan que permanecerán en la ciudad de México hasta el 17 de mayo; pero aconsejan no confiarse de la aparente normalidad, porque el hecho que la gente haya salido a las calles no significa que el virus ya no esté en ellas
, dice Erik Jiménez Ramírez, enfermero de la caravana tabasqueña del Hospital General de México.
No hay que bajar la guardia
, agrega, porque aunque el Gobierno del Distrito Federal redujo la alarma de naranja a amarilla, y los estudiantes de bachillerato y universidades regresaron a clases, el virus seguirá entre nosotros más tiempo y puede reincidir en las personas que no asuman las medidas de higiene
.
La caravana tabasqueña fue de las que tuvieron más afluencia de pacientes durante la contingencia; la semana pasada, a las 14 horas, ahí se habían realizado 40 consultas; ayer, sólo 27.
En las caravanas ya es raro que alguien se acerque a pedir un folleto sobre las medidas sanitarias que se deben adoptar para evitar el contagio de influenza, porque ya todos están informados
, señala el personal.
La mayoría de las personas que se acercan a las clínicas y las Caravanas de Salud lo hacen por dolor de garganta, cabeza, tos, resfriado común y todo tipo de malestar ligero, pero son pocos los que acuden con sospecha de enfermedades agudas en vías respiratorias.
Los que presentan algún síntoma gripal acuden con tapabocas, pero la mayoría lo hacen sin él. Un usuario del Hospital Regional número 1, Gabriel Mancera, del Instituto Mexicano del Seguro Social señala que lo importante es seguir lavándose las manos, porque han dicho muchos médicos que el tapabocas no sirve de nada porque el virus traspasa los hoyitos de la tela
.
En ese hospital, la afluencia en el servicio de urgencias por malestares relacionados con la influenza disminuyó considerablemente y las personas parecen haber perdido el miedo a sentarse cerca de otro paciente, estornudar o darse un beso. Las escenas de pánico parecen ser ya parte de un mal sueño.