La disminución de la alerta preventiva por el brote de gripe A/H1N1 y el gradual retorno a la normalidad de las actividades cotidinas en la ciudad de México provocaron ayer situaciones diversas en el transporte público, en los accesos a edificios públicos y en algunas sedes de partidos políticos.

Así, en el Instituto Electoral (IEDF) y en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), funcionarios, trabajadores y visitantes tuvieron que hacer largas filas, ya que para ingresar a dichos inmuebles, tenían que responder un cuestionario, portar cubrebocas, desinfectarse las manos con gel antibacterial y hasta quitarse la corbata, como medidas de prevención para evitar un posible contagio de influenza.

En el IEDF, cualquier persona que respondía afirmativamente a alguna de las preguntas, relacionadas con síntomas típicos de infección respiratoria, pasaba al servicio médico para valorar si estaba en condiciones de laborar o debía regresar a su domicilio.

Una situación similar ocurrió en el TSJDF, donde el ingreso se hizo de manera muy lenta, pues antes de entrar había que colocarse el cubrebocas, lavarse las manos y quitarse la corbata, incluso hubo un momento que algunas personas no pudieron ingresar por la falta de mascarillas, lo cual ocasionó molestias, principalmente entre los abogados.

En el Tribunal Electoral Local (TEDF) el acceso estuvo también custodiado por un médico que regresó a su casa a varios trabajadores que se presentaron ayer con tos y síntomas de gripe, a quienes pidió que regresaran a laborar hasta el lunes próximo.

En tanto, el titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal aseguró que se impondrá sanciones al personal y elementos de la Policía Judicial que no cumplan con las medidas de prevención para evitar posibles contagios de influenza.

Luego de recorrer las instalaciones de la dependencia, precisó que en el caso de los agentes judiciales se podría llegar al arresto en caso de que no utilicen cubrebocas al realizar sus funciones.

Durante el recorrido se pudo apreciar que la mayoría de los visitantes no utilizaban la mascarilla, así como los detenidos que se encuentran en los separos de la agencia 50 del Ministerio Público, por lo que Mancera llamó la atención a los empleados.

En el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, como en otros órganos de la administración pública, una medida de higiene obligada fue quitarse la corbata para ingresar en las instalacionesFoto José Carlo González

En entrevista, afirmó que en la PGJDF no se ha registrado ningún caso de influenza A/H1N1, aunque sí hubo personas que fueron canalizadas a hospitales por presentar algún síntoma de la enfermedad.

En tanto, la disminución de la alerta preventiva por el brote de gripe A/H1N1 provocó que usuarios del transporte público dejaran de usar el cubrebocas e hicieran caso omiso a la aplicación de gel antibacterial en las estaciones del Metro.

Por ello ello, para evitar ser foco de contagio, el secretario de Transportes y Vialidad, Armando Quintero; y los directores de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), Ariadna Montiel, y del Sistema de Transporte Colectivo (STC), Francisco Bojórquez, pusieron en marcha el operativo de Seguridad e Higiene en el Transporte, que incluyó la entrega de gel, tapabocas e información sobre el virus.

En el Metro se censó la temperatura de los pasajeros que ingresaban a la estación Balderas, con una cámara termográfica, se limpiaron pasamanos y torniquetes y se fumigaron 90 trenes en la noche, entre otras medidas adoptadas, con el fin de lanzar un mensaje de confianza a la gente para que utilice el Metro, que tuvo una caída en su afluencia de hasta 60 por ciento, durante la contingencia sanitaria.

Donde no se observaron controles fue en la sede del Partido de la Revolución Democrática en el Distrito Federal (PRD-DF), donde si bien algunos trabajadores seguían la recomendación de portar cubrebocas, las medidas sanitarias se limitaron a redoblar las labores del personal de intendencia.

Finalmente, internos del Reclusorio Sur denunciaron que pese a la alerta sanitaria por el brote de influenza, las condiciones de hacinamiento en este penal aumentaron luego de que las 55 personas que ocupaban el dormitorio 9 fueron desalojadas sin explicación alguna desde la madrugada del pasado viernes para ser trasladados al dormitorio 1, lo que incrementa el riesgo de una infección, ya que en estancias de cuatro metros cuadrados duermen entre cuatro y seis reos.