Inspirado, como todos, por la música y los temas del inmortal Cri Cri, Emilio Lome, escritor de las letras del exitoso grupo infantil Bandula, asegura que en México existe un enorme auditorio aún no validado como público crítico y exigente al cual al parecer no le queda otra que aceptar lo que los mayores tienen a bien darle: los niños.

Sin embargo, desde San Cristóbal de las Casas, donde reside, también está convencido de que la gran mayoría de los creadores de canción infantil nos preocupamos por proponer opciones estéticas, de apreciación y gozo creativo frente a la abrumadora influencia de la televisión y las radiodifusoras comerciales.

Y dice que pese a tan desigual competencia, una y otra vez se constata que cuando algún grupo de música infantil ofrece un concierto, los espacios se llenan; niños y papás conocen las rolas. O sea, hay una inmensa ciudadanía cultural que acredita la importancia de que estos proyectos existan y se sigan desarrollando.

Entre sus producciones más recientes, Lome tiene en circulación todas las letras del disco Luna Paquimé, de Bandula, dedicado e inspirado totalmente en Chihuahua.

Proceso lúdico muy disfrutable

–¿Cómo trabaja sus composiciones? ¿De dónde saca los temas?¿Es difícil entender el universo infantil para acercarse con temas o letras?– son preguntas obligadas.

–Creo que al universo infantil se llega jugando. Cada canción nace de un proceso lúdico y muy disfrutable. Tengo mi laboratorio de rolas en el que, como un científico locochón, mezclo temas con personajes e historias. Para mí, inventar canciones es algo muy serio, pero no solemne, algo muy complejo, pero no complicado.

“A pesar de tocar temas considerados ‘fuertes’, como la violencia intrafamiliar en la Mamá pegalona o los feminicidios de Ciudad Juárez con Flor de río, lo hago por medio del humor o la fantasía, porque intento que cada letra sea un espejo de la realidad pero no crudo y deformante, sino uno mágico que por medio de la poesía y la imaginación no sólo muestre lo que ocurre y lo que somos, sino lo que puede ser y lo que podemos ser.

Tal vez para eso sirven las canciones infantiles, para que las niñas y los niños puedan imaginarse mejor y mejores.

–¿Por qué a los medios comerciales (radio y televisión) les interesa muy poco abrir espacios para la canción infantil?

–En general hay muy pocos espacios para la canción infantil tanto en medios comerciales como en los llamados culturales. Las propuestas artísticas dirigidas a públicos infantiles aún son poco valoradas en cualquier ámbito. Por lo general para los primeros los niños son consumidores potenciales y, de este enfoque nacen todas las acciones mediáticas y mercantiles que realizan.

Pero hay que decir también que los medios culturales carecen de políticas y estrategias para formar públicos para la canción infantil. Los pocos proyectos sólidos que han generado, que vinculan arte y niños, han tenido gran éxito. Sería sensacional que Canal 22 y el mismo Tv Once, entre otros, abrieran opciones al talento de los creadores de la canción infantil en México.

–Escribir canciones para niños ¿Por qué? ¿Para quiénes? ¿Para qué edades?

–Doy una respuesta muy personal: cuando era niño me hacían tan feliz las canciones de Cri Cri, sus melodías, sus personajes, sus historias, que empecé desde chavito a inventar mis propias rolas y lo hice durante mucho tiempo y con tanto gusto que me volví fantaseador profesional y a eso me dedico ahora.