Durante la mañana de ayer se vieron entrar dos carrozas fúnebres a las instalaciones del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), según familiares que esperaban, de pie o sentados sobre la banqueta de avenida Tlalpan, información sobre sus pacientes. Este hospital continúa siendo el sitio donde se concentran los casos más severos de influenza porcina.

Nosocomios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) se vieron con menos afluencia que en días anteriores, mientras en el INER no sólo permanecen los 24 enfermos que estaban internados desde el sábado, sino que desde temprano comenzaron a llegar más. Alrededor de las 10 de la mañana unas 30 personas ingresaron a consulta.

Entre los familiares de los pacientes corría el rumor de que entre el sábado y la madrugada de ayer habían muerto cinco personas, a lo cual atribuyeron la llegada de las carrozas. Algunos comentaron que varios hospitalizados padecen neumonía, pero desconocían si antes tuvieron influenza.

El acceso se mantuvo restringido. Únicamente podían pasar los enfermos, a quienes se permitía ingresar con un familiar.

En los hospitales del ISSSTE visitados, en los cuales no se proporcionó información oficial, se encontraban varios familiares en espera de que les notificaran si a los enfermos también les habían diagnosticado neumonía. En el nosocomio Fernando Quiroz, ubicado en la colonia Bellavista, los parientes que permanecían afuera reportaron que no había medicamentos suficientes para la atención médica.

En el hospital general Gonzalo Castañeda, de la misma institución, que se encuentra en la unidad Tlatelolco, sólo había unas 15 personas que esperaban en la calle. Dijeron conocer de hospitalizados por neumonía, pero no habían observado enfermos con síntomas de influenza.

Continuaron abiertas las unidades médicas del IMSS y los nosocomios de zona, donde hubo constante actividad. En el general de zona 27, ubicado en Tlaltelolco, a la entrada del área de urgencias, los vigilantes preguntaban a quienes ingresaban a consulta qué tipo de afección presentaban. Si mencionaban algún cuadro relacionado con los síntomas de la influenza porcina los llevan a otra área.

En el Hospital General de México alrededor de una decena de personas permanecían en urgencias. Algunas fueron por molestias estomacales y otras para ser operadas del apéndice.