Opinión
Ver día anteriorLunes 27 de abril de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Afecta la crisis a las instituciones internacionales
P

arece ser que la crisis mundial va a pasar a la historia del planeta, por más de una característica que se está dando y que ha afectado no sólo a México de varias maneras, que ya no es necesario repetir machaconamente, y no se diga de la influencia que ha tenido, agravando los efectos de la situación política generada por los cambios que se están dando en Bolivia con Evo Morales, o en Venezuela, donde también parece que se han tomado nuevos rumbos, impuestos indirectamente quizás, por la baja drástica en los precios del petróleo, o en Ecuador, donde Rafael Correa está en medio de la vorágine de un proceso electoral en el que se juega la presidencia de la República, o en Nicaragua, donde parece que Daniel Ortega no ha sido todo lo productivo y eficiente que se esperaba, dados sus antecedentes de participación en la revolución sandinista, y así sucesivamente hasta llegar al cono sur.

Argentina está siendo objeto de síntomas de agravamiento muy fuertes que se reflejan en su situación política, y no todo puede atribuirse a la crisis económica actual, sino que hay mucho polvo de aquellos lodos de regímenes pasados. En todo caso se le desea a la señora Kirchner que sus esfuerzos por andar a la moda en el vestido y el peinado le produzcan buenos resultados a los graves problemas políticos que tiene en su función como presidenta de la República.

México está entre la espada y la pared con la presión de nuestros vecinos al sur de la frontera, que es una región que espera –ojalá se cumplan sus deseos– que México, el gran país de la frontera norte para ellos, pueda ayudarlo en materia de energía eléctrica e inmigraciones, entre otras. Mientras, nosotros esperamos la comprensión de Barack Obama y un mejor trato del que recibimos en nuestra frontera norte por el ex presidente Bush, de mala memoria, torturador implacable y afecto a resolver por las armas los problemas internacionales.

De cualquier manera estamos viviendo otro momento que seguramente será histórico, no solamente con un presidente de Estados Unidos que incluso ha dado alguna esperanza de que se resuelvan los graves y añejos problemas que han afectado desde la invasión de Bahía de Cochinos a Cuba, la hermana Cuba, que no siempre recibió, incluso por parte de México, el trato fraterno y cortés de un presidente que desde que entró a la Presidencia y salió de ella nunca supo los nombres de Rafael de la Colina, Luis Padilla Nervo, Manuel Tello ni de tantos otros embajadores que trazaron la brillante trayectoria mexicana, que fue tradición obligada.

Afortunadamente y en buena hora, la nueva canciller Patricia Espinosa, con cautela y mesura ha tratado de reinstalar nuestra cancillería con modestia y seriedad, y por lo menos da la impresión de que conoce la historia y la tradición de nuestra política exterior: de respeto a la soberanía de todos los países, incluyendo, por supuesto, a nuestros vecinos del sur del Golfo y del Norte, haciendo valer también el respeto a nuestro derecho histórico indiscutible de la autodeterminación y de la soberanía nacional, sin faltar a las consideraciones pragmáticas del momento de mutuo respeto y colaboración indispensable para con nuestro vecino del norte, sobre todo en lo que se refiere al combate al narcotráfico.

Los signos que alientan la economía de Estados Unidos son básicos para el trazo que pueda dibujarse en la nuestra, golpeada por los efectos de la propia crisis y de lo que nos proyecta el poderoso vecino del norte, el que parece ser que ha abandonado la ruta de las cárceles secretas de tortura y de las invasiones a base de misiles, tanques y portaviones, ya que ha ofrecido considerar como un hecho el retiro paulatino de los soldados estadunidenses de Irak, entre otros avances que se han podido percibir, y que Obama expresa con suavidad y firmeza en sus giras por todo el mundo. Igualmente, la secretaria de Estado Hillary Clinton es sin duda la otra cara de la moneda de su antecesora, Condoleezza Rice, quien se distinguió por el ejercicio del derecho de la fuerza.

Últimamente, en noticias aparecidas en El País (15/4/09) se observan ligeros signos de recuperación de la economía estadunidense y desde la Casa Blanca se detectan mejoras en la construcción y el consumo, lo cual para México es de gran importancia por el comercio internacional, así como posibilidades de revertir los signos ominosos de la disminución en las actividades de nuestra industria en diversas ramas, lo que provoca el doloroso despido de trabajadores mexicanos, que esta vez no habrán de contar con el recurso de emigrar en búsqueda de más y mejores fuentes de trabajo hacia el norte, pues junto con el reforzamiento de la frontera para evitar el contrabando de armas también se rigidiza el paso de trabajadores mexicanos indocumentados, a quienes debemos esforzarnos por crearles aquí fuentes de trabajo.

Mientras tanto, en el no tan lejano como solía ser en otros tiempos, ni tan viejo mundo, en Europa, la crisis afecta a fondo la confianza en las instituciones de la Unión Europea y dificulta la unidad de los 27 países que la constituyen, generando una pérdida de confianza que se está traduciendo en un desinterés hacia las próximas elecciones de la Unión Europea, especialmente del Parlamento Europeo, según detectó el eurobarómetro: solamente 34 por ciento de los ciudadanos votará en los comicios. De modo que también Europa se encuentra afectada por la crisis mundial que nos lastima a los mexicanos, especialmente en el Reino Unido, en Austria, en Alemania y Francia.