Una serie de cartas fechadas hace 30 años, que fueron entregadas recientemente al personaje central de la novela La última partida, son el pretexto para que ese desconocido hombre viaje a un lugar y a una época indefinidos en busca del misterioso remitente.

La historia de Gerardo Piña publicada por Tusquets Editores, desemboca a lo largo de la trama en una búsqueda del destino y del rencuentro de sí mismo.

El epistolario enviado tres décadas atrás por el misterioso Joseph Banner propicia el viaje del narrador hacia el hechizado, enigmático y oscuro país de Rhada, que se encuentra en el fin del mundo, y que sería uno de los últimos lugares habitables.

Joseph Banner, ubicado en ese ambiente hostil, es la rencarnación del lado negativo que todos tenemos y de nuestra potencialidad de hacer daño, porque normalmente no nos reconocemos como seres violentos, racistas, agresivos o mezquinos, explicó el autor, quien trabajó durante 15 meses para crear la aventura del sujeto que decidió buscar a un antiguo conocido.

A su llegada a la extraña región, y tras encontrarse con una mujer demente, el narrador reflexiona sobre el lenguaje universal de la muerte y la “necedad de reafirmar que somos distintos, ya que cada ser vivo tiene el mismo fin.

“Que una carta se entregue casi 30 años después de haber sido enviada transforma de manera irreversible el presente –y con éste el pasado y el futuro– del lector. Saber que alguien nos llamó desde donde sólo había vacío provoca la sensación de una caída.”

Una misteriosa pareja, una ex violinista convertida en médica y un jugador de ajedrez paralítico que atestiguó una rebelión de animales son algunos de los personajes que reciben al individuo en un ambiente oscuro, con tintes de misterio, y en donde la voz de los muertos se escucha como si fuera un sueño.

La idea de seres inexistentes, como en la novela Pedro Páramo, de Juan Rulfo, colman la imaginación del lector para adentrarse en la narración del viaje.

Con este volumen espero que el lector se mantenga entretenido, motivado y que le guste el lenguaje que utilizo, pero también me gustaría que la historia generara personas más conscientes de sus circunstancias.

Hacia dónde se dirige cada lector y cuál es el sentido de su vida son algunos planteamientos que Gerardo Piña espera propiciar entre quienes se adentren en el laberinto de La última partida, cuyo final se determina con una partida de ajedrez.

La novela, escrita por Piña, quien también es catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, combina una serie de elementos, entre los que sobresalen el amor, la violencia y el misterio.