Los estudios apuestan a estrenar películas que ayuden a evadir la situación económica
Se espera que blockbusters como Transformers: Revenge of the Fallen, Star Trek y Harry Potter y el príncipe mestizo mantengan la tendencia de 2008, cuando la taquilla aumentó 15.5%
Sábado 25 de abril de 2009, p. a11
Los Ángeles, 24 de abril. La sabiduría tradicional de Hollywood dice que las crisis son buenas para el negocio del cine, porque en tiempos difíciles la gente acude a ver más películas para escapar de la depresión ante la situación económica.
Si eso se cumple, los próximos meses de verano en Estados Unidos y Europa romperán récords de taquilla en el mundo.
El plan de Hollywood es sencillo: aprovechar la caída de los precios de la publicidad para promocionar filmes que ayuden a dejar atrás la dura realidad por un par de horas.
La economía está dando a los estudios exactamente lo mismo que la Gran Depresión: más ingresos por una mayor asistencia de público
, afirma la crítica de cine Paula Nelson en el Tampa Tribune.
Llámenlo como quieran, pero la búsqueda de un escape es de gran ayuda para los estudios.
Las recientes cifras de taquilla muestran que quienes van al cine siguen gastando dinero en las salas en Estados Unidos, aun en la era digital, cuando las películas tienen que competir con tantos otros tipos de entretenimiento.
De acuerdo con la web Box Office Mojo, que registra los ingresos de taquilla, este año éstos han aumentado 15.5 por ciento respecto de 2008. Hollywood espera seguir con esa tendencia en verano, gracias a blockbusters como Transformers: Revenge of the Fallen, Star Trek y Harry Potter y el príncipe mestizo.
Los obligatorios de la temporada
Hollywood tampoco olvida a los niños, quienes necesitarán diversión durante las vacaciones. La lista de obligatorios
está encabezada por Up, la apuesta de Pixar tras el éxito de WALL-E, el año pasado. Trata de un gruñón que cumple el sueño de toda su vida: hacer flotar su casa con globos de helio. El único problema es un molesto niño de ocho años, que viaja como polizón.
Otro de los estrenos será G-Force, que trata sobre un escuadrón de intrépidos agentes secretos que en realidad son conejillos de Indias.
Para los adultos, Tom Hanks presentará la continuación de El código Da Vinci: ángeles y demonios, en tanto que Christian Bale interpretará a John Connor en Terminator Salvation. Ben Stiller también vuelve, esta vez como guardia de un museo en el que las piezas cobran vida, mientras Hugh Jackman regresa como Guepardo en la secuela X-Men origins: Wolverine.
Quentin Tarantino espera atraer muchos espectadores a su ultraviolento drama sobre la Segunda Guerra Mundial, Inglorious Bastards, protagonizado por Brad Pitt, el cual trata de soldados enloquecidos que matan nazis.
Otro filme esperado es Public Enemies, del director Michael Mann, biopic del legendario asaltante de bancos John Dillinger, con Johnny Depp y Christian Bale como protagonistas, y que ya suena para los premios Óscar.
También son esperados el remake de Tony Scott del drama sobre una toma de rehenes en el Metro de Nueva York, en 1974, The Taking of Pelham 123, y The Hurt Locker, considerada por la crítica como la primera gran película sobre la guerra de Irak.
El director de Spider-Man, Sam Raimi, vuelve a sus raíces en el cine de terror con Drag Me to Hell, con Alison Lohman y Justin Long, que además se exhibirá en Cannes.
Para quienes busquen más realidad, se estrenará My Sister’s Keeper, en la que Cameron Diaz interpreta a una madre que se rasura la cabeza como gesto de solidaridad con su hija enferma de cáncer.
Entre las comedias se cuentan Bruno, de Sacha Baron Cohen; Funny People, de Judd Apatow, y la prehistórica Year One, de Jack Black. Otras para la lista son Live Hard, Sell Hard, sobre una extraña banda de vendedores de coches usados, y el retorno de Woody Allen con Estados Unidos como escenario en la cinta Whatever Works.