La curadora Shamin Momim es la estrella de esa muestra en la galería de la empresa
séptima reinterpretaciónde la Colección Jumex con la nada como eje
Sábado 25 de abril de 2009, p. 6
Le destrozaron la cabeza. A un hombre. Con una piedra. Del hecho da cuenta, como si fuera un pedazo de hoja de periódico amplificada y enmarcada, una serigrafía sobre tela del mexicano Moris.
Dice un párrafo: Un sujeto fue asesinado cuando le dejaron caer una gran piedra sobre la cabeza, justo cuando el reloj marcaba las 22 horas de ayer
.
Otra obra –especie de mini instalación de Daniel Guzmán– recrea, reproduce o imita el puesto de un vendedor ambulante de casetes piratas sobre el piso: un rectángulo de lona plástica en la que se apilan en desorden varias decenas de estuches con casetes grabados y rotulados de forma casera: Tom Waits, Vivaldi, Bauhaus, Beethoven, David Bowie y Ella Fitzgerald son algunos de los creadores o intérpretes víctimas
de esta simulación de venta ilegal. Un letrero rudimentario sobre un trozo de cartón se asoma sobre los casetes: Sólo lo falso permanece
.
Una tercera obra –de la italiana Monica Bonvicini– es un cuadrado de vidrio blindado, marcado con lo que parecen dos impactos de bala. Entre cada uno, se despliega una sentencia: No erection, without castration
.
Son tres de las aproximadamente 100 obras seleccionadas para la séptima interpretación
de la Colección Jumex, que se inauguró la noche del jueves, con el nombre La nada y el ser, paráfrasis del título de uno de los libros del filósofo existencialista Jean-Paul Sartre, El ser y la nada.
La muestra se inscribe en esa tendencia dominante del mercado internacional del arte contemporáneo, en la cual el gran protagonista de una exposición es el curador o la curadora: al escoger una obra e integrarla a un discurso, él o ella la validan y le dan sentido. Qué sería, sin un curador, del montoncito de casetes antes descrito o de Psycoplane, ese pedazo de lámina de acero galvanizado, doblada como si se tratara de un avión de papel, creado por Gonzalo Lebrija.
Atisbos a la condición humana
La estrella de La nada y el ser es Shamim M. Momim, curadora adjunta del Whitney Museum of American Art, llamada para hacerse cargo de esta séptima reinterpretación
de la Colección Jumex.
En conferencia de prensa, Momim dio algunos detalles de la forma en que nació La nada y el ser: al tener ante sus ojos las obras, se dio cuenta de que varios trabajos exploraban la condición humana mediante conceptos como la fragilidad, la ausencia, el vacío, la negación, el escepticismo.
Respondiendo a su objetivo de hurgar en lo que cada autor quiere decir
y detectar ciertas constantes en algunas de las obras, la curadora decidió el tema y el título: La nada y el ser.
Los artistas contemporáneos responden a lo que ocurre en el mundo
, plasman en su trabajo todo lo que pasa, la forma de ver y pensar la nada.
Con la nada
como eje de la muestra, Shamim M. Momim concibió y distribuyó las obras en cuatro espacios: el primero tiene que ver con el vacío de deseo
; el segundo, con la idea de la negación; el tercero con la noción de las ausencias, y el cuarto con la modestia de los materiales.
En la conferencia que ofreció la curadora estuvieron presentes Eduardo Abaroa y Ale de la Puente. Del primero fue elegido su trabajo Irremediable cefalea piramidal, obra hecha con 7 mil aspirinas enlazadas con acrílico y alambre; de la segunda, Momim eligió tres videos: Contenidos I, Contenidos II y Contenidos III. Evidentemente ambos artistas se mostraron complacidos por la distinción de que su obra fue escogida por Shamim M. Momim, la gran protagonista de La nada y el ser.
La muestra ocupa la galería de la Colección Jumex, situada en el corazón del complejo industrial de la empresa (Vía Morelos 272, colonia Santa María Tulpetlac, Ecatepec, estado de México. Teléfono 57 75 81 88 y correo electrónico [email protected]).