Sin cultura un país no avanza, sin cultura un país no es, sólo está. Sin cultura un país está condenado al rezago. La cultura tiene que impulsarse y parte de ella está en el libro, afirmó ayer José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante la visita que realizó al Centro Cultural Universitario (CCU), donde se desarrolló la Fiesta del Libro y la Rosa para celebrar el Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor.

Desde muy temprano, en la explanada del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC, cuya entrada fue gratuita ayer), se instalaron 32 módulos de igual número de editoriales, listas para la venta de sus mejores títulos, pero sólo los libros de catálogo tuvieron descuento, ya que las novedades, en cumplimiento de la ley del libro, se ofrecieron a precios de lista.

Siete mil rosas rojas, colocadas en decenas de cubetas de aluminio, estuvieron listas a las 10 de la mañana para dar inicio a la jornada, que incluyó lectura de cuentos en voz de actores como Blanca Guerra, Martha Verduzco, Claudio Obregón, Ana Ofelia Murguía y Julieta Egurrola. También acudieron 45 escritores para convivir con los lectores y firmar sus obras.

Liberación de ejemplares

Los jóvenes universitarios comenzaron a llegar de manera paulatina y tímida. Fue la socióloga María del Rosario Guzmán, quien había visto en el Metro la invitación para acudir a la fiesta de los libros, la primera que se animó a comprar un ejemplar sobre fotografía.

Pero su principal razón para acudir a la celebración fue compartir tres libros que obsequió en el puesto Libros Libres, el más visitado de la jornada, porque ahí se retomó la idea propuesta a escala internacional en 2001, de liberar ejemplares, a la manera de un club de libros global, regido por las sencillas reglas de leer y dejar ir.

Las editoriales participantes en la celebración donaron mil 500 volúmenes, algunos de ellos fueron repartidos en las jardineras del CCU, con la leyenda no estoy perdido, ¡leéme! A las 11 de la mañana esos libros habían prácticamente volado.

José Narro Robles, rector de la UNAM, ayer durante el festejo por el Día Mundial del Libro y el Derecho de AutorFoto Mónica Mateos

La señora Socorro Morales, jubilada, manifestó estar emocionada con la idea de obtener un libro gratis para leerlo y luego dejarlo en cualquier lugar público, pues “me encanta leer, pero con la pensión que recibo no me alcanza para comprar todo lo que me interesa.

“Mi hija, quien es historiadora en el Archivo General de la Nación –prosiguió– es la que me ayuda a conseguir libros, por eso esta propuesta me encantó”, explicó.

Entre la oferta literaria se apreció una fuerte presencia de títulos dedicados a lectores infantiles.

Hubo cuentacuentos y la compañía de teatro Carro de Comedias se instaló frente al Foro Sor Juana Inés de la Cruz, para escenificar Muerte accidental de un anarquista, obra de Dario Fo, bajo la dirección de Alberto Lomnitz.

Pasado el medio día, José Narro Robles acudió para saludar a una comunidad estudiantil que lo recibió con entusiasmo.

El rector de la UNAM conversó con un grupo de estudiantes de catalán del Centro de Estudios de Lenguas Extranjeras, quienes le explicaron que la entrega de rosas y libros el 23 de abril es una tradición en Cataluña, donde coincide con la celebración del santo patrono de la región, San Jorge (Sant Jordi).

En breve charla con La Jornada, Narro afirmó: Hay que leer, pues lo más humano del hombre está en los libros.

La fiesta culminó a las 22 horas. Cerró con el espectáculo de danza y música flamenca de Mari Paz Covarrubias y Casilda Madrazo, así como la proyección de la película El nombre de la rosa, de Jean-Jacques Annaud.

Radio UNAM realizó transmisiones en vivo desde la explanada del MUAC, encabezadas por Rosa Beltrán, directora de Literatura, quien conversó con los autores participantes.