El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ratificó anoche que está dedicado a lograr una reforma migratoria integral, que cumpla con las tradiciones de su país como nación de inmigrantes y de estado de derecho.

Al respecto, el presidente Felipe Calderón consideró esperanzador que Washington tenga una valoración más justa y comprensiva de la migración; que busque una solución completa al problema y que esté consciente de las enormes aportaciones de los trabajadores mexicanos al bienestar de los estadunidenses.

Los dos mandatarios señalaron lo anterior durante la cena que el michoacano ofreció al estadunidense en el patio principal del Museo Nacional de Antropología, adonde llegaron empresarios, líderes parlamentarios, dirigentes sindicales, gobernadores y presidentes de partidos, como Germán Martínez, del PAN, y Beatriz Paredes, del PRI.

En un ambiente distendido y después de recorrer dos salas del museo, Barack Obama retomó las palabras de Franklin Delano Roosevelt acerca de que los pueblos de México y Estados Unidos tienen aspiraciones comunes y pueden trabajar juntos para un objetivo compartido.

Agregó que ese fue el mensaje del ex presidente y es ahora el suyo propio, al confiar en que se alcanzarán los propósitos y objetivos comunes si seguimos actuando como lo hemos hecho en esta visita: con un espíritu de responsabilidad mutua, afecto mutuo, interés mutuo.

En la última actividad pública que tuvo durante su visita a México, el presidente de Estados Unidos resaltó que fueron productivas las reuniones que se realizaron acerca de toda una gama de desafíos y oportunidades que existen entre las dos naciones.

Señaló: “Lo que nos hace buenos vecinos no es que nuestros intereses siempre estén alinados y que estemos siempre de acuerdo.

En nuestra larga historia no siempre hemos estado del mismo lado en cada tema y no hay duda que en el futuro habrá diferencias también, pero lo que nos hace buenos vecinos es una verdad muy sencilla: que nuestros pueblos comparten más que desafíos comunes e intereses comunes; comparten valores e ideales.

Por su parte, Felipe Calderón manifestó que ayer se inició una nueva etapa en la relación entre México y Estados Unidos. En este día histórico nos hemos reconocido como dos pueblos hermanos, como dos naciones unidas por anhelos y por valores.

Manifestó que sobre los hombros de Obama pesa una enorme responsabilidad, pues para millones de personas en todo el mundo representa la esperanza  de que vengan mejores días para la humanidad, que sufre los efectos de sus propios errores.

Sostuvo que el mandatario estadunidense fue provisto con la inteligencia, sencillez y carisma suficiente para ejercer el liderazgo que se necesita para enfrentar y resolver los problemas de la era actual. En México cuenta usted con amigos, socios, vecinos y aliados dispuestos a enfrentar juntos esta tarea, ofreció.

Pertenecemos sin duda a la generación del cambio, la generación que tiene ante sí la oportunidad histórica de transformar la realidad y dejar huella en la historia, añadió.

Por último, Calderón Hinojosa calificó de positivo que los dos países hayan renovado ayer su alianza para derrotar a las organizaciones criminales que actúan en ambos lados de la frontera.

Este viernes, el presidente de Estados Unidos saldrá de México antes de las 10 de la mañana para viajar a Trinidad y Tobago, donde participará en la Cumbre de las Américas.

Fuentes diplomáticas informaron que no tendrá actividad pública antes de partir.