Las iglesias católica y cristiano evangélicas, así como diversas organizaciones campesinas, llamaron por separado al presidente Felipe Calderón a que durante su encuentro con su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, aborde el tema migratorio y se regulen los elevados montos de los subsidios que el gobierno estadunidense entrega a sus agricultores, con lo que genera una competencia desleal.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) señaló que la reunión es la oportunidad para comenzar trabajos conjuntos en materia de combate al crimen organizado y el narcotráfico, migración, economía y la realización de mejoras al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y otras relaciones comerciales bilaterales, todos ellos temas insoslayables de la relación bilateral.

Por su parte, la Confraternidad de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) pidió al gobierno calderonista prudencia para no repetir el mal espectáculo que se ofreció buscando congraciarse con la sociedad mexicana al llevar a la Basílica de Guadalupe a la secretaria de Estado, Hillary Clinton.

Arturo Farela, presidente de la asociación religiosa, consideró que el tema de los mexicanos migrantes debe ser fundamental en el encuentro, donde el gobierno de México tiene que dejar muy en claro que no se trata de delincuentes, sino de trabajadores que lamentablemente tienen la necesidad de buscar oportunidades de empleo en otros países.

A su vez, José Luis González Aguilera, coordinador del Consejo Agrario Permanente (CAP), mencionó que en la reunión privada que ayer sostendrían los integrantes de ese organismo con el titular de la Secretaría de Agricultura, Alberto Cárdenas, se abordaría el tema de la distribución equitativa de los recursos para el campo. Nos interesa que se fortalezca la economía del sector, que haya un gasto bien programado y que se deje de proteger a los grandes inversionistas, porque son los que se llevan gran parte del presupuesto.

De su lado, el Consejo Nacional de Sociedades y Unidades con Campesinos y Colonos (Consucc) insistió en la creación de un fondo especial para proteger al campesinado, ya que el proteccionismo de Estados Unidos y de los países europeos afecta la comercialización de la producción nacional.