Sábado 11 de abril de 2009, p. 4
Roberto Martínez de la Vega, policía municipal de Ecatepec, estado de México, y hasta hace poco más de dos meses escolta del obispo de esa localidad, Onésimo Cepeda, fue ejecutado con más de 100 impactos de rifles AK-47 en el municipio de Coacalco.
La procuraduría de justicia estatal informó que como a las 00:30 horas de este viernes, Martínez de la Vega circulaba en su vehículo por el bulevar Coacalco, a la altura del fraccionamiento Villa de las Flores, cuando varios sujetos que se trasladaban en una camioneta Lincoln Navigator, color blanca, lo alcanzaron, le cerraron el paso y abrieron fuego en su contra.
El oficial perdió el control del auto que conducía, un Ford Fusion, blanco, sin placas, y se impactó contra la acera de la Clínica 98 del Instituto Mexicano del Seguro Social, casi en la esquina con la vía José López Portillo.
La PJE precisó que Martínez de la Vega y el vehículo que conducía recibieron al menos 100 disparos de rifle AK-47.
El director de la policía de Ecatepec, Rodolfo Miranda Islas, aclaró que desde el 5 febrero pasado Roberto Martínez causó baja del equipo de escoltas del obispo Onésimo Cepeda.
Detalló que el comandante de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE), Jorge López Zavala, jefe de guardaespaldas del religioso, mediante oficio solicitó la baja de Roberto Martínez, quien se desempeñaba como motociclista escolta y tenía a su resguardo dos motocicletas y tres armas.
Aclaró que el oficial no se había reincorporado a sus funciones como policía municipal de Ecatepec, porque tenía licencia médica, pues padecía hipertensión arterial descontrolada.
Martínez de la Vega ingresó a la policía de Ecatepec en 2005; tenía un salario de 4 mil 200 pesos quincenales y varios de sus parientes trabajan de policías en distintas corporaciones municipales.
El crimen del ex escolta del prelado ocurrió cuatro meses después del homicidio de su hermano Ernesto Martínez de la Vega, quien en diciembre fue acribillado, junto con un acompañante, cuando circulaban también por el bulevar Coacalco.
El 13 de febrero pasado, Mario Martínez de la Vega, otro de los hermanos del oficial y comandante del Grupo Escorpión de la policía municipal de Coacalco, fue atacado a balazos por desconocidos, pero salvó la vida por portar un chaleco antibalas.
El cadáver de Roberto fue trasladado al anfiteatro del Centro de Justicia de Coacalco, donde se realiza la indagatoria correspondiente.