Tlacotepec de Benito Juárez, Pue., 8 de abril. Granaderos y policías judiciales golpearon a pobladores de la junta auxiliar de Santa María La Alta, quienes retuvieron a un presunto ladrón de autos al que amenazaban con linchar. La represión sucedió a pesar de que los vecinos ya habían accedido a liberar al supuesto delincuente.

Casi al mediodía un hombre fue retenido por los pobladores de esa comunidad de la Sierra Negra, luego que el propietario de una camioneta blanca, modelo 1996, con placas de circulación SS-87671 del estado de Puebla, presentó una denuncia por robo. El sujeto no fue maltratado físicamente aunque sí amenazado con ser quemado.

Policías judiciales que intentaron entrar a Santa María La Alta fueron perseguidos por los vecinos con piedras y palos, hasta que se marcharon.

Periodistas que acudieron a cubrir la información también fueron golpeados por los habitantes. A las 13 horas se fueron contra Herberto Rivas Ramos, camarógrafo del Canal 14, e Iván Rodríguez, corresponsal de El Sol de Puebla en la Sierra Negra.

Después de que los informadores dialogaron con los lugarenos, éstos les permitieron ingresar a la presidencia auxiliar.

También se permitió la entrada a delegados de la Secretaría de Gobernación estatal, quienes negociaron y obtuvieron la libertad del presunto ladrón, pero quedó pendiente la salida de éste hasta que llegaran policías para escoltarlo.

Pasadas las 19 horas arribaron al menos 200 policías judiciales, estatales y preventivos y granaderos, lo que provocó la ira de los vecinos debido a que portaban toletes, escudos, armas largas y lanzagranadas lacrimógenas.

Cuando los uniformados salieron de la presidencia auxiliar escoltando al presunto delincuente, hubo vecinos que los increparon. Los agentes reprimieron con brutalidad a los pobladores, lanzando gases lacrimógenos. Se escucharon al menos 15 detonaciones de armas de fuego.

Testigos aseguran que los uniformados habrían herido al menos a tres hombres, quienes fueron rescatados por la población. Hubo versiones de que la fuerza pública detuvo a entre tres y cinco personas, aunque al cierre de esta edición la Procuraduría de Justicia dio a conocer que no podía precisar el número de lesionados y que no había aprehendidos.

José Castañares, fotógrafo de La Jornada de Oriente, captó el momento en que unos ocho granaderos golpeaban sin clemencia a un hombre. La víctima apenas tenía oportunidad de levantarse porque los agresores lo dejaban en paz sólo cuando llegaba otro grupo a tundirlo.

¡Deja de tomar fotos, cabrón!, le ordenaron varias veces a Castañares antes de que uno de los uniformados se le fuera encima y le pegara con un tolete en el antebrazo izquierdo y en la espalda, impactando también la cámara fotográfica.

Castañares corrió, pero los policías le lanzaron peidras. Lo mismo le sucedió a Óscar Bolaños, fotógrafo del diario local Síntesis.

Los policías se fueron y se quedaron algunos periodistas en la comunidad. Al cierre de esta edición, la Cruz Roja estaba apenas por ingresar al pueblo.

A las 20:45, tras 10 horas de negociación, los pobladores liberaron al supuesto ladrón, a quien trasladaron a la agencia del Ministerio Público en la región de Tecamachalco, informó Héctor Rojas López, director de seguridad pública municipal de esa localidad.