La Comisión de Derechos Humanos del Senado sostiene que los motines de los días 14 y 17 de septiembre de 2008 en el penal La Mesa, ubicado en Tijuana, Baja California, fueron por actos de torturas, abusos y hostigamientos por algunos custodios contra internos.

Los senadores de esa comisión demandaron que se finquen responsabilidades contra los servidores públicos que torturaron a los reos y contra el secretario de Seguridad Pública del estado, quien incurrió en violaciones a los derechos humanos.

Legisladores de todos los partidos realizaron una visita al reclusorio para investigar los hechos. En el informe que presentaron subrayan que, en entrevistas con los presos, les manifestaron que se amotinaron por la tortura que recibían de algunos custodios, maltrato y hostigamiento. Sostienen que el segundo fue porque ya llevaban 72 horas sin agua ni alimentos.

Los reclusos denunciaron: las autoridades utilizaron armas de fuego para controlar el motín. No es cierto que hayan usado balas de goma como aseguran. Los internos dicen haber sido acribillados desde un helicóptero del gobierno del estado.

En el documento se destaca que los presos denunciaron ante los senadores José García Zalvidea, Fernando Ortega Barnés y Ulises Ramírez Núñez que no se pretendió sofocar el motín, sino ejecutarlos, pues les dispararon en zonas vitales.

Incluso uno de los heridos, con quien conversaron los senadores, expresó que en el segundo motín, al subir junto con su compañero a la azotea del edificio, como habían hecho en el primero, su compañero que asomó la cabeza recibió un tiro. Los legisladores subrayan: varios nos mostraron cicatrices por heridas de bala.