La Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) vive una parálisis legislativa que no sólo le cuesta a la ciudad mil 200 millones de pesos –cifra 140 por ciento superior a lo que gastó la Asamblea al inicio de esta década, lo que la convierte en el Poder Legislativo más caro del país–, sino que mantiene en la congeladora iniciativas de ley como la de Austeridad y Gasto Eficiente, lo que ha permitido a órganos autónomos servirse con la cuchara grande con los recursos del erario.

En conferencia de prensa el diputado local Tomás Pliego Calvo, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), anunció que este martes presentará un punto de acuerdo para exhortar a la Comisión de Gobierno y a la Coordinación de Procesos Parlamentarios a que en 72 horas rindan un informe pormenorizado de las iniciativas dictaminadas y en proceso, a fin de someterlas a consideración de las diversas instancias y al pleno antes del 21 de abril; así como de las reuniones realizadas y canceladas, y los motivos por los cuales no se llevaron a cabo.

Se trata, dijo, de no permitir la realización de un periodo extraordinario, en el que se metan aquellas iniciativas que convengan a la Comisión de Gobierno y dar al traste con la imagen que hemos logrado, con el gasto inútil del presupuesto, por este relajamiento preocupante en el Poder Legislativo, con la continua ausencia de diputados y cancelación de reuniones, cuando hemos logrado avances importantes con iniciativas como la del aborto o la de sociedades en convivencia.

En las semanas recientes, señaló, se han aprobado varias iniciativas, como la de Austeridad y Gasto Eficiente, pero ahí está guardada, mientras la Cámara de Diputados ya aprobó una ley que impide que los funcionarios ganen más que el Presidente de la República, y luego nos sorprendemos que órganos como el Tribunal Superior de Justicia del DF destinen 300 mil pesos para comprar los carros de sus funcionarios, cuando hemos sido incapaces de ordenar y eficientar el presupuesto público, afirmó.

La cuarta Legislatura, consideró, tiene la posibilidad de cerrar con broche de oro si discute y aprueba las iniciativas que tienen en la congeladora las diversas comisiones antes del 21 de abril, en lugar de apostar a un periodo extraordinario, a fin de “evitar que continúe la entrega de megabonos de funcionarios en el Tribunal de Justicia o en el de lo Contencioso Administrativo, donde se tenía un guardadito de 18 millones de pesos”.

Por ello, se determinó plantear dicho punto de acuerdo, con la firma de los legisladores de los diversos partidos políticos representados en la Asamblea, pues por ética no pueden oponerse a que la ciudadanía conozca el rezago que se tiene en materia legislativa, porque sí hay parálisis, pero no sabemos de qué tamaño. Hoy, la Asamblea es el Poder Legislativo más caro del país, pues los 66 diputados costaban en 2000 al erario 500 millones de pesos, mientras este año la cifra subió a mil 200 millones, y se mantiene el mismo número de legisladores.

En la recta final de esta legislatura existe falta de interés de los diputados por asistir a reuniones de trabajo de las comisiones, lo que ha provocado su cancelación, cuando debemos tomar en cuenta que se han dado pasos de avanzada, incluso por delante del Congreso de la Unión en temas importantes como el de la trata de personas o explotación sexual y laboral infantil, pero en ajuste de salarios la ALDF se ha quedado rezagada, para impedir que algún funcionario gane más que el jefe de Gobierno, situación que debe atenderse ya, señaló.