Con una visión de desarrollo regional, que busca devolver al Sur-Sureste lo mucho que históricamente ha aportado al crecimiento de México, y un estudio técnico completo y serio, según reconocieron los propios expertos de Pemex, el gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, defendió la demanda tabasqueña por la refinería y petroquímica anunciadas por el presidente Felipe Calderón, y justificó con elementos sólidos por qué su estado, estratégica y geográficamente es la opción más viable para ambos proyectos.

Acompañado por Alejandro Villalobos Hiriart, presidente del Comité Técnico de Petroquímica del Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos (IMIQ), organismo imparcial con 50 años de experiencia que elaboró un estudio técnico que validó la propuesta de Tabasco, Andrés Granier participó en la reunión pública convocada por el gobierno federal para determinar con criterios estrictamente técnicos la ubicación del complejo petrolero.

Ante la secretaria de Energía, Georgina Kessel Martínez, y el director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles, el mandatario sustentó la solicitud de su entidad en cuatro razones: históricas, sociales, económicas y técnicas, las cuales, aseveró, también son razones para Pemex, para México y el Sureste, pues de esa forma se transformará en justicia social la riqueza de esa región históricamente olvidada.

Razones históricas, dijo, porque desde 1972 Tabasco contribuyó a que México pasara de ser un importador a un país exportador de petróleo crudo; sociales, porque como parte del Sur-Sureste, la entidad se ubica en la región con mayor grado de rezago y desigualdad; económicas, porque es un área de seguridad nacional y apuesta a una transición energética sustentable; y técnicas, por su cercanía a las fuentes de abastecimiento de crudo, gas natural y gasolinas naturales, precisó.

Granier Melo resaltó que en materia energética, según la tendencia mundial las refinerías deben instalarse cerca de los centros de producción y de los litorales, para reducir los costos en el transporte del crudo, “y esa misma tendencia –puntualizó– es la que nos permite afirmar que Nuevo Pemex, Tabasco, es la mejor opción para la construcción del proyecto petrolero”.

Decisión histórica y transparente

Sentenció que el Sur también existe, de ahí que sea el momento de acabar con la ironía de ser una región rica y al mismo tiempo rezagada, y de pasar de los compromisos a las acciones. Se trata, estableció, de atender nuestras necesidades regionales y de abrir nuevas oportunidades, toda vez que no es posible aspirar a un México más justo con un Sureste rezagado, con ventajas para unos y desventajas para otros.

Reiteró su confianza en la palabra del Presidente, de que el foro y sus conclusiones servirán para definir con criterios estrictamente técnicos la ubicación de los dos grandes proyectos, y celebró que el jefe de la Nación afirme que su gobierno está decidido a construir un solo México, no un México dividido entre el Norte y el Sur, sino un solo México con las mismas oportunidades.

Es la hora de hacerlo realidad, puntualizó al anticipar que será respetuoso de la determinación final que se asuma, pero sí pidió que ésta sea la mejor decisión, absolutamente transparente y justa”, por el bien de Tabasco, del Sur-Sureste y de México.

En el foro en el que tuvo apoyo de la clase empresarial y política estatal, coincidió con la secretaria de Energía cuando asegura que la estrategia de desarrollo de estados como Tabasco no puede centrarse sólo en el impulso al sector agropecuario; por ello queremos la refinería y la petroquímica, insistió.