Critica la indecisión del Presidente sobre la construcción de la nueva planta
Operan a 80 por ciento de su capacidad; plantea reconfigurar o ampliar las terminales
Domingo 29 de marzo de 2009, p. 18
En lo que la administración de Felipe Calderón decide dónde construir una nueva refinería y trascurran por lo menos cinco años para que la obra concluya, deben aprovecharse las seis refinerías de Petróleos Mexicanos (Pemex) que existen, ya que actualmente operan al 80 por ciento de su capacidad instalada, advirtió Gilberto Ortiz, presidente de la comisión de energéticos de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
Consideró que otra opción para aprovechar la infraestructura de la paraestatal es realizar trabajos de reconfiguración o ampliación de las refinerías de Cadereyta, Madero, Minatitlán, Tula, Salamanca y Salina Cruz, cuyo costo sería menor al de construir una nueva y daría resultados más rápidos.
La reconfiguración de las refinerías tiene dos objetivos. El primero es ampliar su capacidad, modernizándolas y poniéndoles unidades adicionales. El segundo es bajar el contenido de azufre de las gasolinas para que cumplan con las normas ecológicas. La ventaja es que las refinerías siguen operando, sin bajar su nivel de producción mientras se hacen las obras de reconfiguración
, explicó.
Aunado a lo anterior, resultarían beneficiados en inversiones y creación de empleos seis de los diez estados que ahora se postulan para alojar la nueva refinería: Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo, Guanajuato y Oaxaca.
El dirigente de Canacintra recordó que el gobierno de Vicente Fox inició trabajos de reconfiguración en la refinería de Minatitlán en 2002 y se planeó que las obras concluirían tres años después, pero ya pasaron siete y todavía no tienen fecha para terminar
. Es urgente, dijo, que el gobierno de Calderón informe qué sucede, más aún porque todo ese retraso en Minatitlán le está costando al país mucho dinero por las importaciones de gasolina
.
La reconfiguración de las seis refinerías, como un sistema integral de refinación de Pemex, generaría un impulso a la infraestructura y economías regionales porque implicarían inversiones para carreteras, energía eléctrica, tratamiento de agua, transporte de materias primas y productos terminados.
Gilberto Ortíz calculó que por lo menos un 30 por ciento se ha incrementado el costo de la construcción de la nueva refinería y continuará elevándose por la devaluación del peso debido a los meses que el gobierno federal ha dejado pasar, de tal manera que de 9 o 10 mil millones de dólares ya se disparó a más de 12 mil millones de dólares, monto que puede servir para reconfigurar por lo menos dos refinerías.
Todo el retraso en definir la sede de la nueva refinería hacen parecer que el gobierno únicamente está interesado en la exploración y explotación del petróleo, pero no los otros procesos con los que puede obtener productos de valor agregados.
La indecisión evidencia que para las autoridades la refinación del petróleo no resulta prioritaria ni importante para la economía nacional y que incluso parezca excluida de los planes de infraestructura pese a su importancia estratégica, coincidieron Gilberto Ortiz y Francisco Carrillo Soberón, dirigente del Comité de Estudios de la Energía
Pareciera, dijeron, que el gobierno sólo entiende por infraestructura la construcción de carreteras y puentes, para los cuales se han agilizado licitaciones y recursos públicos desde que inició el año mientras que el proyecto de la refinería meses parado.
Me parece una negación de las capacidades del Ejecutivo para la toma de decisiones que deben ser de una carácter técnico-estratégico. Con ese juego de indecisiones y de manoseo político, el Presidente evidencia falta de fortaleza y solidez en sus decisiones
, indicó Carrillo Soberón.