In-seguridad republicana
arís. Un grupo de estudiantes de secundaria, con sus dos profesores, todos procedentes de los suburbios de Burdeos, en Francia, fueron a París el jueves 5 de marzo pasado en visita escolar. En la Asamblea Nacional aprendieron que ahí se han legislado las constituciones francesas desde 1799, luego fueron al Louvre y a la Torre Eiffel recorriendo las más famosas avenidas. Al final del día volvieron a la estación de Montparnasse para tomar el TGV (tren de gran velocidad) y regresar a sus casas.
El mismo día se reunieron por enésima vez estudiantes y profesores parisinos, para exigir la abrogación de la ley sobre la autonomía de las universidades públicas (Loi LRU), cuyo resultado sería, a su decir, pedir cada vez más subvenciones al sector privado para poder funcionar
. Esta demanda, entre otras, moviliza a los universitarios desde 2007 y el jueves 5 de marzo reunió un contingente de miles de manifestantes que desembocaron en los alrededores de la estación Montparnasse.
Así las cosas, hacia las 19 horas, se encontraron los colegiales de tercero de secundaria, con sus profesores y algunos padres de familia, entre la multitud que esperaba su tren respectivo, cuando los altavoces dijeron que un grupo de estudiantes bloqueaba las vías
y, al mismo tiempo, irrumpieron los CRS (Compañía Republicana de Seguridad, creada como policía antimotines y cuyo papel central en 1968 nadie olvida), quienes, macanas en mano, perseguían jóvenes manifestantes y, de paso, macanearon a los colegiales dándoles, según las víctimas y testigos, golpes en el vientre, las piernas, puños y cara
, arrojando contra un distribuidor de bebidas a una maestra que gritaba la identidad de los escolares, sin que los uniformados la escucharan.
El enojo de padres de familia y maestros no se aplacó con el comentario de la ministro del Interior (equivalente al secretario de Gobernación), quien el lunes siguiente dijo que según sus informes, sólo se trató de empujones y nadie le reportó un problerma particular el día de la manifestación
. Pero, ante la comprobación médica de los 10 adolescentes lastimados con golpes contusos, añadió: yo soy maestra y cuando se tiene a su cargo un grupo de estudiantes tan jóvenes, se evita meterlos en lugares donde pueden haber manifestaciones o aglomeraciones
.
A lo que responde un padre de familia: “La ministro debe ignorar que para regresar a sus casas (desde París al sudoeste de Francia) es obligatorio tomar el tren en una estación donde siempre hay aglomeración y donde no se puede imaginar que el peligro venga de quienes se supone aseguran la seguridad republicana
. Es decir, los CRS, contra quienes los familiares de los golpeados levantaron una demanda judicial.
Yuriria Iturriaga, corresponsal