Economía
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Entrevista a Alejandro Valenzuela director general del grupo financiero Banorte
Urge que México tenga el control del sistema de pagos

La crisis económica que se vive realmente es muy severa

El directivo de la institución financiera destaca la conveniencia de que los bancos tengan la capacidad para actuar con celeridad a fin de otorgar financiamiento al sector productivo. Dio a conocer un programa de apoyo a pymes, y refirió que la cartera para ese segmento es de 80 mil millones de pesos

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El director general del Grupo Financiero Banorte, Alejandro Valenzuela, en sus oficinas en Santa FeFoto Guillermo Sologuren
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Periódico La Jornada
Viernes 20 de marzo de 2009, p. 27

Acapulco, Gro., 19 de marzo. Llegó el momento de que México recupere el control sobre su sistema de pagos, hoy dominado ampliamente por intermediarios financieros de capital extranjero. No hay una economía del tamaño de la mexicana en que los extranjeros tengan el control sobre la gestión de los medios de pagos, asegura Alejandro Valenzuela, director general del Grupo Financiero Banorte.

En la actual situación de crisis financiera y económica, los bancos extranjeros que operan en el país actúan en función de las directrices que marcan sus casas matriz, mientras que los bancos de capital mexicano tienen una mayor capacidad para actuar con celeridad en el financiamiento al sector productivo, afirma en una entrevista con La Jornada en el marco de la 72 Convención Bancaria, que inició este jueves.

Reveló que Banorte adquirirá en los siguientes días la totalidad de las acciones del International Bank, una institución con sede en Texas, Estados Unidos, de la que ahora detenta 70 por ciento.

También dio a conocer que la institución financiera empezó este jueves un programa de apoyo a las pequeñas y medianas empresas, a las que permitirá financiar sus pasivos con Banorte en mejores condiciones, lo que les permitirá obtener liquidez para cumplir sus pagos de nómina, a proveedores o fiscales, y al mismo tiempo contar con recursos para invertir.

El año pasado, Banorte debió asumir algunos costos marginales por inversiones en un banco estadunidense que quebró, Lehman Brothers, y por el hecho de que algunos de sus clientes tenían operaciones con instrumentos derivados, que causaron pérdidas a esos corporativos.

–¿El banco ha conservado sólido su capital?

–Los fundamentales del banco están muy bien. El banco siempre ha sido conservador, y ha venido ganando participación de mercado. Ha estado muy presente en todos los temas que son de relevancia para el país y hoy en día es el banco mexicano, digan lo que digan.

–Se mencionaba que Banorte buscaría comprar algún banco en México, incluso se habló de Banamex.

–De hecho sí vamos a comprar. Terminaremos la compra del International Bank. Tenemos 70 por ciento y vamos a completar el ciento por ciento. Esto demuestra que claramente ese proyecto llega a buen puerto.

–¿En algún momento consideraron comprar Banamex?

–No lo consideramos. Fue una especulación periodística. Citigroup dejó muy claro que Banamex no estaba a la venta.

–¿Hay en perspectiva alguna alianza de Banorte con Interacciones? (Los presidentes de ambas instituciones, Roberto González Barrera y Carlos Hank Rhon, respectivamente, son consuegros.)

–Don Roberto (González Barrera), como principal accionista y presidente del consejo de Banorte, puede determinar con el consejo muchas cosas y ya son temas que van más allá de la gestión y administración del banco. Son temas que ellos tendrán que definir; no tenemos noticia al respecto.

–El presidente del Santander en México, Marcos Martínez, dijo en una entrevista con La Jornada que la mitad del capital de Banorte estaba en manos de extranjeros. ¿Es cierto?

–Es una aseveración que ha sido cierta en el pasado, en el sentido de que la gente invierte en la Bolsa Mexicana de Valores. Pero lo que no dijo el director general de Santander es que, primero, todas esas acciones cotizan en México, son en pesos mexicanos, son acciones como muchas que suscriben Teléfonos de México, Cemex, Bimbo, entre otras. Todas las empresas tienen invertidas participaciones pero ninguna tiene control. Lo más importante es que en nuestro caso las decisiones se toman en México, la gestión se hace en México y nosotros no tenemos que pedirle permiso ni a España, ni a Estados Unidos, ni a Canadá, ni a Inglaterra para hacer lo que sentimos que tenemos que hacer por el bien de México. Entonces su aseveración fue un poquito sesgada porque Banorte no tiene nada de extranjero.

–¿En esta situación de crisis se ve alguna diferencia entre los bancos mexicanos y extranjeros que operan aquí?

–Nuestra capacidad de respuesta de cualquier crédito es muchísimo más rápida de la que tienen ellos. ¿Por qué? Por una razón muy sencilla. Un banco que tiene matriz en el extranjero tiene que consultar con su matriz y ahí es una toma de decisiones compartida. En nuestro caso hay procesos muy claros de decisión, institucionales, pero nuestra capacidad de respuesta es muy rápida.

–¿Vuelve a la mesa la importancia de que un país conserve su sistema de pagos?

–Es muy importante para un país del tamaño de México. Y eso no es una cuestión de teoría o especulación. No hay un país con una economía del tamaño de la mexicana o incluso más pequeñas que no tenga el sistema de pagos en manos de nacionales. Debemos hacer lo posible para que México cuente con esa capacidad de mantener un sistema de pagos que le permita al país y a la autoridad tener un control absoluto.

–¿México debe buscar recuperar su sistema de pagos?

–En el tiempo lo debe ir consolidando y eso lo puede hacer de muchas maneras. Una de ellas es que más bancos mexicanos sigan creciendo y que con ese crecimiento vayamos teniendo más y más banca mexicana. De hecho hay 43 bancos en el país y la gran mayoría son mexicanos. Lo que pasa es que son chiquitos, hay que fortalecerlos y hacerlos crecer y en ese crecimiento podemos ir retomando el sistema de pagos y cohabitando perfectamente con una banca extranjera.

En la entrevista, el director general de Banorte anticipó que la institución comenzó este jueves un programa específico de apoyo a pequeñas y medianas empresas (Pymes), que busca mejorar las condiciones financieras en que operan, de manera análoga a las acciones para mejorar la capacidad de pago de los deudores de tarjetas de crédito.

El programa de Pymes, informó, busca que por un lado paguen menos tasa de interés a un mayor plazo. Las pequeñas y medianas empresas son hoy en día las más frágiles, a la vez que es en ese universo donde se concentran ocho de cada 10 empleos en la economía.

Lo que Banorte busca con el programa es mejorar la liquidez de las pequeñas y medianas empresas, que los problemas de liquidez no se conviertan en problemas de solvencia. La cartera de crédito de la institución en este segmento es de 80 mil millones de pesos.

Valenzuela plantea que la información disponible hasta ahora hace prever que la severidad de la crisis económica va a ser mucho más fuerte en el mundo y eso afectará a México.

Pero también hay ya algunos destellos de información positiva: el consumo en Estados Unidos ha tendido a nivelarse en los últimos dos meses, el empleo tiene un deterioro menos pronunciado y la intervención gubernamental en algunos países ha buscado poner un piso a la crisis, aunque todavía no se llega al piso de la crisis. Quizá eso ocurra a finales de 2009 y 2010 tenga una perspectiva de crecimiento. Pero este será un año muy difícil y complicado en el cual debemos ser todos solidarios. Realmente es una crisis muy severa la que estamos viviendo.